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En este siglo, al tener múltiples acceso a diversas fuentes de información, uno podría imaginar que los seres llamados mesías o seres que sufren del síndrome de Jerusalén, deberían estar en extinción. (Estos seres tienen la sapiencia de reconocer algún autor con teorías “novedosas”, luego  se “apropian” y se dedican a predicar en el mundo nuestro, entregándonos la luz que nos falta, aprovechándose del diluvio de teorías que nos invade por las distintas plataformas y del poco tiempo que tiene la gente común para discriminar lo leído). Por el contrario, estos personajes reinan en nuestras vidas, vistiéndose a veces de expertos o de especialistas funcionales al orden imperante.

Puesto que el conocimiento se va modificando, actualizando o transformando, de modo cada vez más rápida e imperceptible, este debiera forma parte de nuestras vidas mediante, por ejemplo, el  aprender a aprender. El impacto de las tecnologías de la información y comunicación en la vida de nuestras sociedades es innegable: hoy las instituciones, las más sólidas, las más creíbles o se hacen “humo” o hacen agua. Por otra parte se reproducen los viejos mitos, envueltos con nuevas verdades aparentes.

Hasta ayer,  teníamos la creencia que el origen de las cosas era sólo divino. Hoy la partícula Higgs es una realidad inobjetable. Mientras, medio mundo sigue mirando para el cielo o para el Este, buscando las razones de las sinrazones, el otro medio  se debate en una lucha fratricida, en contra del Estado Islámico. ¿Y en Chile que acontece con la educación? Que seguimos hablando de la calidad y sólo nos remitimos, a medir de manera homogénea y uniforme lo que acontece a los niños y jóvenes desde Visviri hasta la Antártida de la misma manera: SIMCE y PSU.

¿En la escuela cuánto sabemos de cómo aprenden cada niño y joven? ¿Cuáles son sus ritmos de aprendizajes? ¿Cuánto incide el contexto en lo que aprendemos?  ¿Cuándo vamos a empezar a diseñar el curriculum conectándolo con cada niño y niña y joven? ¿Cuándo descentralizaremos el curriculum para que los profesores intervengan y agreguen valor al quehacer pedagógico?

Por todas emociones y por todas las razones, se hace imprescindible construir comunidades de aprendizaje para enfrentar las incertidumbres de la vida que afortunadamente nos ha tocado vivir. Hoy más que nunca se hace necesario volver a soñar en un nuevo país, desapegados de las amarras de un modelo impuesto por la fuerza, y dejando de lado, las miradas de pasajeros que hemos adquiridos en estas últimas 4 décadas.

Esto nos obliga primero una actitud básica que debemos replicar y multiplicar: la empatía. Si queremos poner en común nuestra diversidad, no podemos colocar a los jóvenes a rendir pruebas nacionales para uniformarlos tratando absurdamente de homogenizar el conocimiento que “supuestamente debiéramos poseer”.

Para desplegar esta nueva actitud, debemos tomar en cuenta que los curriculum de las escuelas primarias, secundarias y terciarias son atacados por un rotavirus que pone el acento en la adquisición individual de los conocimientos, tratando que estos principalmente se entronicen en el disco duro, con el martilleo de la memoria que se alimenta con “anfetaminas” para dar respuestas de memoria de corto alcance.

Llegó la hora, de entender que todos y cada uno de nosotros es importante para construir un nuevo diseño de país. Llegó la hora de articular el comportamiento social en torno a la empatía. Llegó la hora de superar el asignaturismo y de liberar el curriculum de la prueba nacional denominada SIMCE y la PSU. Llegó la hora de mirar el aprendizaje desde la neurociencia. Llegó la hora de dibujar un nuevo paisaje en el horizonte.

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Alguien comentó sobre “Llegó la hora

  1. Lamentablemente quienes promueven la reforma educacional son los mismos responsables de que este podrida, por lo tanto no es otra reforma a la que aspiran millones de habitantes, profesionales, familias y estudiantes en el país. ¿te has dado cuenta de lo podrida que es la educación al obligar a niñ@s rurales ir de corbata y camisa? ¿entrando a las 8 a clases en poblados donde el invierno es muy crudo? ¿Se considera que el oxigeno presente en una sala se acaba rápidamente al haber más de 45 estudiantes dentro de un espacio reducido? La trasnformación puede venir de los mismos profesores si ellos y ellas quisieren, por ejemplo si nos eliminan historia de la malla curricular incorpórala en matemáticas, por ejemplo 24 matanzas ha realizado el estado de chile al pueblo en 200 años, ¿cuántas veces por año ha masacrado al pueblo? y cosas así, lamentablemente nos acostumbramos a esperar que nos den todo -y criamos a hijos más servidos aún- que un gobierno nos diga que hacer, olvidando que en este país está mal (x el agua, x educación, x salud, x AFP, etc.) es precisamente porque esperamos que vengan los hiluminati chilensis (asquerosa clase politiquera nacional) a salvarnos y salvar nuestro futuro. El hecho de que se comercialice hoy concentrado de cobre y nos sentamos orgullosos de eso, da cuenta de lo mal que se ha hecho la pega y nosotros complacientemente observamos en nuestro país.

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