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Años en que ganamos y otro perdemos. Así es la historia de los usuarios de Fondos concursables. Algunos que nunca han ganado, otros que a veces hemos ganado porque las ideas han sido buenas, bien articuladas, conectadas con las instituciones locales, otras veces, con esas mismas ideas y una evaluación diferente hemos perdido. Sin duda, la experiencia en los distintos ámbitos del sistema, a “este y al otro lado del escritorio”, son enormes, ayudan, pero no siempre sirven para ganar, especialmente cuando vivimos en regiones y se trata de postular a fondos de decisión nacional.

Esta, es una oportunidad de discutir sobre los fondos con la intensión de integrar la experiencia, el conocimiento y las preguntas,  a los cambios que ha anunciado la Sra Ministra de Cultura al sistema. En este cambio,  somos todos necesarios y esperamos aportar con una mirada constructiva, proactiva y generosa.

Según el observatorio de políticas culturales

Este año se adjudicaron 1770 proyectos de 11.610 proyectos postulados. Es decir hay nueve mil ochocientos cuarenta proyectos que no obtuvieron financiamiento a su idea. (Pensemos en un porcentaje de ideas mal formuladas, poco claras irrealizables. Aun así la demanda no cubierta es enorme).

Imaginemos  que detrás de cada proyecto hay de uno a tres artistas, investigadores, maestros. Entonces,  saquemos la cuenta y hagamos algunas preguntas:  ¿Qué se hace con esta demanda no cubierta? Son muchos los proyectos que obtienen la máxima puntuación que los hace elegibles, pero que quedan en lista de espera por falta de recursos. ¿qué más puede hacer el Consejo Nacional de Cultura sin mas presupuesto? En este punto debe concentrarse también la discusión. ¿Por qué el Estado Chileno  no entrega mas recursos para la cultura?

Con el 0.4% del presupuesto de la nación, , con una situación laboral  muy desmejorada de los artistas,  en un país donde todavía se cree que la cultura debe hacerse en forma gratuita, cada uno hace lo que puede para vivir, plasmar sus sueños y transformar la realidad.

A pesar de todas las dificultades, los fondos existen y han entregado desde su creación muchos ejemplos de cómo hacer bien las cosas. Sería importante  difundir estos logros y resultados, porque el sector de la cultura es resiliente, guerrero, inteligente, sobrevive a las dificultades. La necesidad de crear no tiene mucho que ver con fondos. Sería necesario también profundizar en ello.

Existe en nuestro país dos tipos de fondos del Consejo de la Cultura. Los de decisión nacional (Fondart nacional, fondo del libro, fondo de la música, fondo del audiovisual) y existen fondos de decisión regional (Fondart regional)

Para los de decisión regional el Consejo dispone de montos fijos, para los proyectos que son postulados en las distintas líneas anuales y cuyos ganadores se definen según los criterios de evaluadores y jurados externos de cada región.

Los de decisión nacional son resueltos por expertos de nivel nacional en las materias, situación que resulta urgente revisar desde el punto de vista de las regiones:

Este año el Fondart Nacional concentró la entrega de recursos con un poco mas del 70 % en la región Metropolitana, seguido por Valparaiso con un poco más de un 11 %, Atacama  no adjudicó ninguna iniciativa, Arica parinacota , Antofagasta, Aysén  adjudicaron un solo proyecto mientras que los chilenos en el exterior ninguno.

El Fondo audiovisual concentró el 55% de los fondos en la región Metropolitana, seguida por Valparaíso con un poco mas del  15 %.  Al contrario que Arica y Parinacota, regiones   a quienes se adjudicó  un solo proyecto y a Aysén  dos.

Ocurre algo parecido con el Fondo de Fomento de la Música, que distribuye el 44% en la región Metropolitana, mientras Antofagasta recibe un proyecto y  Tarapacá, Magallanes, Aysén, solo dos.

Con respecto al Fondo del libro, según el Observatorio de Políticas Culturales, es el fondo menos concentrado territorialmente, con una distribución del 35.4% en la región Metropolitana. Aun así hay regiones como Tarapacá que recibe  financiamiento para dos iniciativas y Antofagasta para tres.

Necesitaríamos detenernos en este último resultado: Como llega el Fondo del Libro a esta descentralización? ¿Ella es casual o premeditada?  Mi sensación es que el hecho de que los proyectos se articulen con la Dibam y las editoriales, ayudan y fortalecen  este proceso.

Analizando el dato  que entrega el Observatorio de Políticas Culturales de los montos asignados a las regiones, se observa una variación no menor  de montos  de decisión regional entre el año 2014 al 2015.  Hay regiones que suben , otras que disminuyen sus montos. La que mas aumenta su presupuesto para  asignar a proyectos de Fondart Regional es la región Metropolitana que de un poco mas de mil trescientos millones de pesos, sube a un poco mas de mil quinientos millones, mientras que las que mas bajan son Tarapacá y Antofagasta.

Del solo análisis de estas cifras, surgen muchas preguntas:

¿Quien y como se  decide la asignación presupuestaria de Fondart regional? ¿Por qué una región tiene un monto y el otro año puede bajar esta asignación a mas de veinte millones? ¿Quién decide  y como se decide el proyecto ganador en  los fondos sectoriales por región? ¿Tienen conocimiento los evaluadores y jurados nacionales de la realidad regional para definir los proyectos ganadores? ¿Tienen claro que proyecto regional es relevante? ¿Hay algún análisis sectorial del impacto de los fondos y su proyección local? ¿La baja asignación a las regiones significa que estas no califican?  ¿Y entonces? ¿cómo es la actividad artística y cultural en esas regiones que supuestamente  no califican? ¿Hay elencos? ¿hay agenda artístico cultural? ¿quién la lleva adelante? ¿con que recursos?¿que hace el Estado para acortar esta brecha de desigualdad entre las regiones y la región metropolitana?

Los resultados del Fondart Nacional son dramáticos y dolorosos para la descentralización del arte en el país. Estos resultados están diciendo que los evaluadores nacionales consideran que  no hay ningún artista en la región de Atacama  merecedor de ganar un Fondart Nacional y que  en  las regiones de  Arica, Aysén Antofagasta  hay solo un artista merecedor de  ello. Están diciendo que en el extranjero tampoco hay ningún artista nacional que amerite este apoyo a su creación.

Pongámonos en el caso de que la realidad fuera esta. Entonces surge la pregunta: ¿Qué acciones se realizan para que las regiones que según los jurados nacionales “no califican”, lleguen algún día a calificar a estos fondos? Como se desarrolla  en regiones la actividad cultural con esta distribución de fondos? ¿quién lo hace? ¿con que recursos profesionales, técnicos y económicos?

Con un 0.4 % del presupuesto de la nación: ¿Qué más  se puede hacer?

En este punto resulta clave para tener una visión completa de la realidad  regional y nacional, que alguna institución que se dedica al estudio de estos temas, cruzara los datos de resultados de fondos concursables del CNCA, con los resultados de las asignaciones de fondos del 2% de cultura del FNDR y los recursos culturales municipales.  Nos encontraríamos con sorpresas., porque lo mas seguro es que  alguna de esta demanda regional no cubierta sea atendidalocalmente. Desconocemos las metodologías y análisis de las realidades locales regionales en este sentido, es un tema que resulta urgente estudiar.

Aún así , es muy fuerte la  sensación del desperdicio que hace nuestra sociedad de la energía creativa, de la mirada,  de la potencia de los artistas. Ejemplos abundan en calles, plazas, escuelas. Nuestra sociedad parece no escuchar a sus artistas. No verlos. Nuestros ciudadanos que gozan con un concierto, una exposición, un mimo en la calle, no se preguntan mas que lo que ven. No se preguntan como ese artista paga sus cuentas, va al médico, arrienda una casa, alimenta a sus hijos.

El público recibe el regalo del arte, la otra realidad, la del artista,  permanece en la incógnita, salvo muy honrosas excepciones.

Hemos avanzando mucho en los últimos quince años, hemos transformado realidades con mucha energía y esfuerzos, pero todavía falta camino que andar. El apoyo del Estado a la cultura todavía es claramente débil y no depende de las instituciones, sino de la voluntad del ejecutivo, del parlamento, de la presión ciudadana para que esta situación cambie.  Las instituciones y funcionarios de las instituciones de la cultura en nuestro país,  aun así, hacen lo que pueden y en muchos casos mucho más de lo que pueden, pero no es suficiente. Chile sigue estando en deuda con la cultura. 

Y a mas de quince años, a pesar de todos los esfuerzos, sigue pareciendo que hay otros temas de decisión mucho  mas relevantes para el país.

Serían buenas muchas cosas:

Sería  bueno que Santiago mirara a sus artistas de regiones. Sería bueno que una vez al año los artistas de las regiones pudieran convocarse en Santiago en un evento de las regiones. Una semana en que las regiones del país expusieran en   Santiago para que Santiago los viera.

Sería bueno tener una institución de la cultura que registrara los aciertos y desaciertos de los sectores que hoy trabajan en paralelo dentro del mismo Estado, que la futura creación del  Ministerio de Cultura signifique el reconocimiento de las identidades de cada sector, comuna y región,  potenciar los aciertos, articular la  creatividad de las instituciones que  hoy tienen muchísimo que decir. Sería bueno que siguiéramos avanzando y que quienes toman decisiones presupuestarias del país, comprendieran que es urgente que nos acerquemos a un presupuesto de la nación digno para el sector de la cultura, que este presupuesto  es un imperativo para seguir avanzando.

También quiero invitarle a usted  a que la próxima vez que vea a un artista  actuando, tocando en la calle, en una esquina, en un bar en la noche, en un matrimonio , hágase la pregunta : ¿A quien tengo frente a mi?

 

Sitiocero Cultura

 

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