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Estamos en plena temporada de premios de la industria del cine que tiene como sede a Hollywood. En esta etapa del año, los gremios de la producción y realización de películas se reúnen y votan en sus respectivas asociaciones, primero, y luego, se dan gran cita colectiva en torno a la votación de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, institución con más de 6 mil integrantes que entrega los premios Oscar en una ceremonia televisada a todo el mundo.

El Oscar está asociado desde su origen con la industria del Hollywood. Desde que a fines de los años 20 -junto a la llegada del cine sonoro- ésta adquiere su régimen de producción estandarizado y dividido por ramas de producción, la estatuilla antropomórfica surgió como la debida premiación al trabajo de miles de personas en los estudios. En un principio, la entrega de los Oscar era una ceremonia elegante y discreta, circunscrita al entorno cinematográfico. En 1953, para su versión número 25, fue transmitida por primera vez por televisión, y con ello empezó a expandir su impacto. En esta foto, John Wayne recibe el premio a nombre de un ausente John Ford, quien ganó ese año como Mejor Director por su brillante trabajo en ‘El hombre quieto’ (The Quiet Man).

El actor John Wayne recibe el Oscar 1953 a nombre del director John Ford.
El actor John Wayne recibe el Oscar 1953 a nombre del director John Ford.

Hoy, más de medio siglo más tarde, la ceremonia del Oscar es un evento global que derriba fronteras y que no dura una noche sino casi un semestre.

En cuanto a la conformación de la Academia, hay datos llamativos. El 94 por ciento de quienes votan por los Oscar son personas de raza blanca, y el 77 por ciento son hombres. En cuanto a edad, el promedio de sus integrantes es de 62 años. Los menores de 50 sólo llegan al 14 por ciento de los votantes.

En la práctica, el trabajo en torno al gran premio de Hollywood comienza de manera directa en septiembre, en la bella ciudad de Toronto. Por qué allí? Porque en esa ciudad canandiense anglófono, la industria hollywoodense saca el mejor de un festival de cine que le sirve de perfecto laboratorio. Es en esa primera quincena de septiembre en Toronto donde los estudios y las grandes productoras venidas desde California testean sus productos y ven cuanto potencial artístico tienen; o como dicen los ‘insiders’, cuan largas son sus piernas para hacer el recorrido hacia las buenas críticas, el favor del público y del Oscar.

Toronto no es un festival competitivo, sino que, tras la exhibición de casi 500 filmes en cines a lo largo y ancho de la ciudad, entrega premios del público. Esto, que para un certamen más tradicional podría parecer un handicap, para los ejecutivos de Hollywood es un tesoro. En 2014, por ejemplo, el premio del público en Toronto fue para ‘El código Enigma’ (The Imitation Game), producida por el influyente Harvey Weinstein y dirigida por el noruego Morten Tyldum. Ese reconocimiento ya le auguraba a esta convencional cinta -dedicada a contar la vida del matemático británico Alan Turing- un lugar entre los filmes destacados del año y, por tanto, oscarizables.

 

‘La teoría de todo’ (The Theory of Everything), otra cuidada película biográfica sobre un relevante científico británico (en este caso, Stephen Hawking) también tuvo su estreno en el festival de Toronto.

https://www.youtube.com/watch?v=YrCAwQfA9do

 

Toronto es el festival más influyente en la temporada de premios de Hollywood, pero no es el único. También los certámenes tradicionales marcan tendencia. Si miramos la lista de las nominadas a Mejor Pelìcula, notamos que la apasionada y autoral ‘Birdman’ abrió el Festival de Venecia, la intensa ‘Whiplash’ inauguró el de Sundance, mientras que la brillante ‘Gran Hotel Budapest’ y la emotiva y original ‘Boyhood’ obtuvieron galardones importantes en el Festival de Berlín del año pasado (premio del jurado y mejor director, respectivamente).

Curiosamente, en esta temporada de premios Cannes concentró su influencia en el ámbito de la Película Extranjera (con ‘Timbuktú, ‘Leviatán`y ‘Relatos salvajes’, estrenados allí) y tuvo su mejor golpe en la categoría de Mejor Actriz, con Marion Cotillard  nominada por la muy social ‘Dos días, una noche’, de los hermanos Dardenne (que, en representación de Bélgica, no llegó a la quina final de la Mejor Película Extranjera).

Por cierto, el eco del éxito internacional de estas películas repercute a nivel interno en los Estados Unidos, y, en el último trimestre del 2014, se prolongó a través de sucesivos reconocimientos otorgados por los círculos de críticos de cada estado. En enero, los merecimientos de estos filmes fueron refrendados por cada una de las asociaciones gremiales de Hollywood (productores, actores, montajistas, guionistas, etc) y el Globo de Oro (premio sobrevaluado gracias al apoyo de la industria y que es entregado por un centenar de periodistas extranjeros vitalicios instalados en California) confirmó los méritos ya anunciados.

Las restantes dos nominadas al Oscar a Mejor Película forjaron su éxito en casa. ‘Francotirador’ (American Sniper), de Clint Eastwood, y ‘Selma’, película producida y protagonizada por el reina de la TV de los Estados Unidos, Oprah Winfrey, tuvieron su estreno en el American Film Institute, el pasado noviembre. Ambas revisan la historia reciente de su país desde perspectivas muy distintas, aunque basadas en historias reales. Y lograron conectar con el momento histórico, con el ‘esprit du temps’.

‘Selma’, que habla de la lucha de Martin Luther King por los derechos civiles de los estadounidenses de raza negra, llegó en una coyuntura marcada por los abusos policiales contra esa comunidad. Y, en un caso sorprendente y único en la carrera de un cineasta de 84 años de edad, el filme de Eastwood ha batido varios récords de taquilla hasta superar los 260 millones de dólares en el mundo con su revisión desolada de la vida de Chris Kyle, el francotirador más mortífero del ejército de los Estados Unidos durante la guerra de Irak.

 

https://www.youtube.com/watch?v=ZT06OYmA_5s

 

Junto con el éxito arrollador fraguado en apenas un mes, la nueva película de Clint Eastwood ha enfrentado una intensa polémica en Estados Unidos, con duros intercambios de conocidas figuras (de Michael Moore y Noam Chomsky a Sarah Palin) en redes sociales y medios de comunicación. Por esa capacidad de conexión con la sociedad, por hacer estallar una conversación que se hallaba en estado latente en su país, ‘Francotirador’ es la única de las grandes nominadas que puede dar una auténtica sorpresa en la actual temporada de premios de la industria del cine.

VIÑETA-Cine con René Naranjo

Sitiocero Cultura

 

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5 Comentarios sobre “Temporada de premios del cine en Hollywood: Contextos para un evento global

  1. Hola René
    Te aviso que este sábado 09 de marzo, a las 20.00 horas habrá una cena de ex compañeros de Periodismo U de Chile en el restaurante Omar Khayyam del Nimer, en avda. Perú. Ojalá puedas asistir.

  2. De todos los “Festivales” o eventos de este tipo, sin duda que los Oscars son los más contaminados por consideraciones extra-artísticas, casos hay muchos pero siempre recuerdo cuando se encumbró a un filme menos que discreto como “Hechizo de luna” y a una actuación mediocre como la de Cher. Para calidad me enfoco en certamenes como Cannes, Berlín y Venecia principalmente.

  3. Cada vez miro con más recelo y suspicacia los Oscar por su auto condescendencia y amor incondicional por lo que le traiga rédito comerciales. Aunque están tratando de ir con los tiempos, seguramente impulsado por sus miembros más “jóvenes”, premiando trabajos más personales Y no sólo blockbusters. Claramente los otros festivales le sirve a Hollywood como bien dices, de laboratorio de prueba. Es un círculo vicioso sí. Saludos! Carolina

  4. Claro que sí, María Estela.
    Un premio como el Oscar llev más gente a los cines en Occidente, y también aumenta las ventas para la película en todas las otras ventanas de comercialización (DVD, Blu Ray, VOD, cable, TV).
    Los premios de los grandes festivales no logran ese mismo impacto en ventas a público, pero generan tendencias y aprobaciones de la crítica que marcan la temporada y hacen que una determinada pelìcula puede tener, por ejemplo, una distribución mucho más amplia y una vida comercial más prolongada.

  5. Interesante darse cuenta de que cómo cada premio o festival es parte de un engranaje mayor y en el que pareciera que no hay casi cabida al azar o la sorpresa. Aun así, hay sorpresas.
    Este posteo también me deja pensando en cómo un premio puede llevar más público al cine, que se supone que es la finalidad del cine comercial. Es así o me equivoco? Un premio lleva más gente al cine?

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