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Mi impresión, es que estos tiempos son distintos a los 7.000 años que nos preceden y explicaré por qué.

Hace 7.000 años aparecen las primeras grandes civilizaciones. En ellas se inicia un proceso de explotación desigual del trabajo humano, cuyo beneficio se comienza a distribuir en forma desigual entre diferentes clases de personas. Ese proceso que comenzó con esclavos, dura hasta el día de hoy, mediante contratos regulados de trabajo, que en el caso de la mayoría de los trabajadores del mundo, tienen largas jornadas de trabajo, 6 días a la semana y una remuneración baja.

En este viaje, hubo varias revoluciones que mejoraron las condiciones iniciales. Se abolió la esclavitud, se redujeron las jornadas de trabajo, se mejoraron las condiciones de seguridad en las industrias, sin embargo, las jornadas de trabajo aun superan las 45 horas semanales en la mayor parte del mundo occidental. El miedo a la cesantía y a la pobreza, hace que millones de trabajadores en el mundo acepten condiciones laborales injustas.

A medida pasaba el tiempo, las elites gobernantes comienzan a perder poder. Con la masificación de la democracia moderna, las ideas sobre el mejoramiento de las condiciones laborales y de las personas en condición de pobreza comenzaron a influir en las decisiones políticas. Otras clases sociales logran llegar al poder, entregando las elites cuotas de poder, limitadas, a ciertos políticos, profesionales y gremios.  Las cuotas limitan la posibilidad de que grupos políticos con ideas diferentes, modifiquen el modelo.

Sin embargo, desde inicios del Siglo XX, quizás antes, en forma muy lenta comienza a surgir una corriente que busca el bienestar del hombre en sociedad, en igualdad de condiciones, en la cooperación y apoyo mutuo. Una corriente de pensamiento que respeta a cualquier ser vivo por igual. Ideas que hablan del cuerpo, la mente y el espíritu como una unidad. Mensajes que hablan de crianza amorosa de nuestros hijos, parto humanizado, lactancia, etc. Muchas de estas ideas provienen del mundo oriental o de los ancestros de cada parte del mundo, sociedades que vivieron cientos de miles de años sin escritura, sin contratos de arriendo, sin impuestos, sin propiedad privada, sin policías y sin contaminar el planeta.

Estas corrientes de pensamiento, que han madurado con la ciencia y el estudio de nuestros pueblos indígenas, comenzarán a mostrar resultados considerablemente mejores de bienestar social en ámbitos como la salud, la educación, la política y la economía, generando nuevos niveles de bienestar y paz social.

Esto generará nuevas formas de convivencia humana, volviendo al procesamiento artesanal de nuestros alimentos, con productos naturales, sin aditivos químicos. La ropa será fabricada en la ciudad donde uno vive, reduciendo las ropas importadas. Desaparecerán las distinciones de dueño, patrón, amo, trabajador, empleado, profesional, doctor, flaite, cuico, pobre, rico, corrupto, etc. Una sociedad que reduce el uso del dinero, consume lo que produce su propia comunidad y reduce el consumo de productos externos. La sociedad trabajará lo justo y necesario para satisfacer las necesidades de su comunidad, aumentando el tiempo disponible para estar en familia, reunirse a disfrutar el estar en comunidad y conocer nuestra diversidad biológica y social. Habrá tiempo para cuidar a nuestros hijos con amor y cariño, al igual que a nuestros ancianos. En esta sociedad, cada uno hace lo que le gusta hacer y lo entrega a la sociedad en forma gratuita, pero también destina una parte justa de su tiempo a hacer tareas que, a nadie de la comunidad le agrada hacer, pero donde todos colaboran para generar un bien común.

Puede que suene a sueño utópico, pero creo que el desarrollo de la aviación permitió que habitantes de todo el mundo compartieran nuevas otras formas de ver el mundo y la sociedad como nunca antes en la historia de la humanidad desde el inicio de las grandes civilizaciones. El desarrollo de internet y las redes sociales, está facilitando enormemente la transmisión de la información entre culturas distintas. Permitió llegar a conocimiento científico y no científico de todas partes del mundo, en un fenómeno sin precedentes.

Por primera vez el ser humano, de diferentes lugares del planeta, es consciente del injusto sistema de explotación humana y la injusta distribución de la riqueza. Pero también, por primera vez se comienzan a masificar las ideas ancestrales de cooperación en comunidad. Las comunidades comienzan a colaborar sin competir, comienzan a juntarse en convivencia regular, comienzan a respetar las diferencias de ideas, comienzan apoyarse en la vida, aboliendo progresivamente el individualismo. Transformando, por fin, la sociedad del miedo en la sociedad de la confianza.

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