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¿Si cada uno es un Universo único e irrepetible por qué se les educa como si fueran uno solo?

Desde que tengo uso de razón amé dibujar y por lógica con el paso de los años he logrado perfeccionar mi forma natural de expresión.

Dibujo cuando estoy triste, feliz, cuando algo me emociona o captura mi atención, dibujo en todo momento que puedo hacerlo.

Tuve la suerte de formarme en un colegio donde mi “don” era valorado por una profesora de arte que simplemente era mágica, estricta pero inspiradora y logró desarrollar mi talento. Y una querida Monja Jefe que consideraba la diferencia de cada una de nuestros compañeras, un regalo de Dios, así que había que potenciarla y hacerla florecer.

Esa formación inicial más unos padres y abuelos divertidos y únicos, hicieron que valorara por sobre todas las cosas lo que hace a las personas, identificables, aquello que aman y por lo que pueden pasar horas eternas sin aburrirse.

Era obvia que mi opción profesional fuera ser profesora y como norte principal optara por generar el espacio para que mis alumnos vivieran el mismo apoyo que yo recibí por tantos años.

Quién diría que mi auto asumida tarea viviría el mayor de todos los impulsos, vivir en la Era de la Internet. Donde puedo usar diversas herramientas educativas digitales y gratuitas para identificar lo que apasionan mis alumnos, conectarlo con la malla curricular y apoyarles para que generen sus propios emprendimientos digitales.

En el microcosmos de la sala de clases, cada uno es un Universo único e irrepetible, que reconoce lo que le hace ser diferente pero a la vez necesario para que podamos crecer en armonía y valorización comunitaria.

Todas las redes son útiles para lograr la meta, Facebook, Pinterest, Instagram, Twitter, Youtube, WordPress, tengo miles de opciones a mi alcance. Para educarlos en el espacio que aman y donde saben que sin importar la meta final, siempre llegarán a su tiempo y en la senda que ellos mismos creen.

Los resultados son increíbles, alumnos motivados, participativos, lideres de su aprendizaje, creadores de contenidos y leales colaboradores del proceso educativo.

Las pruebas estandarizadas que se imponen a nivel nacional son una parte mínima de su vida, están preparados para responder a las verdaderas interrogantes que les depara el futuro.

Sus mentes criticas y agudas, acompañadas del valor de saber que son valorados por la comunidad, reconocidos por sus padres y profesores hacen que sus voces se escuchen fuertes y claras.

La magia se extiende y los profesores se unen a esta nueva manera de educar, de ser maestra y aprendiz a la vez, de valorar la maravillosa diversidad con la que nuestros alumnos aprenden, crean, investigan, desarrollan sus proyectos personales.

Y ahí esta el cambio de paradigma, en la capacidad de que el aprendizaje se haga personalizado, nazca desde las diferencias individuales de los niños.

Donde la sala de clases, parece una colmena en ebullición, el ruido y el movimiento nos acompaña siempre, porque estamos creciendo en colaboratividad, creando futuro.

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