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¡Absolutamente!, es increíble que tras 27 años del plebiscito que marcó la salida de Pinochet, las ideas y las acciones de este señor apoyado por la derecha chilena sigan vigentes.

Me gustaría que una de las encuestas semanales, mensuales o trimestrales incorporaran la siguiente pregunta: ¿usted cree que Chile deba sacudirse la herencia de Pinochet a través de su constitución, de sus afps, de sus leyes de amarre, del rol de Estado que no tiene cómo defender al ciudadano de la empresa privada?, sería bonito saber el resultado de esa encuesta.

Es cierto que este gobierno, recién este gobierno se puso como norte buscar legitimidad ciudadana de estos problemas que no datan de 27 años tras el plebiscito, sino que desde la instauración misma del golpe hace ya 42 años.

El tema es que el pueblo dice una y otra vez que no quiere este sistema. Y su clase política una y otra vez le ofrece alternativas que siguen manteniendo el pinochetismo que nos rige.

Pecado de origen

El exiguo 3% de legitimidad de los partidos políticos que dejó en evidencia la última encuesta CEP, anuncia majaderamente –una vez más- que el iceberg ya no es iceberg sino muralla de hielo. Claramente, la decisión civil de los políticos que apretaron la mano de Pinochet para darle a Chile una transición pacífica no ha funcionado, ya que aún no podemos sortear las reglas del juego que nos heredó Pinochet, Jaime Guzmán y las fuerzas armadas. ¿Decirle que sí a la democracia con sordina fue un pecado de origen?, en principio no, porque se dice que podemos caminar sin ser detenidos, sin ser asesinados o torturados, lo que a la luz de lo que sabemos de violaciones a los derechos humanos es un gran paso pero ¿y la dignidad?, ¿Chile tendrá la dignidad de entonar un himno valiente donde digamos fuimos capaces de fundar un país sin que una minoría aplaste a una mayoría?, ¿o la controle?, ¿o le impida definir con las reglas republicanas el mejor camino para su pueblo?

¿Decirle que sí a la democracia de Pinochet fue un pecado de origen?, en segundo lugar, claro que sí. Seguimos siendo pinochetistas sin querer serlo.

Libertad de prensa

Hace unos días, la comediante Natalia Valdebenito fue despedida del programa “Campo Minado” del canal del cable Vía X, por hablar mal de la UDI y de Jovino Novoa, hoy procesado judicialmente por fraude al fisco. El programa se caracteriza por ser puntudo, muy puntudo para hablar en contra de Dávalos, de la Presidenta y de los demás políticos, pero cuando se toca a uno de los financistas de la UDI entonces corren las sanciones. ¿Libertad de opinión?, claro que no.

Oportunidad

La gran oportunidad de corregir, pero también de iniciar el proceso de cambio digno que merecemos como ciudadanos que creemos en la república, la tomó Michelle Bachelet al plantear en su plan de gobierno una nueva constitución, así como el resto de reformas que hay sobre la mesa. Sabemos que este sistema de partidos está corroída, sino un senador de la república no se mandaría a cambiar a un Mundial de Rugby cuando sus representados están con el dolor hasta el cuello tras un terremoto y un tsunami. Este sistema ya tocó fondo. Y escuchar a quienes piden majaderamente llegar a acuerdos, como en el box, con esos abrazos pegotes que no son abrazos, ni hay cariño, sólo hay dilatación, hay una necesidad de descansar antes de seguir.

Ya no es iceberg, marineros. Es lo más parecido a la muralla de los siete reinos que nos toca derribar.

https://youtu.be/dBU8QBcOEv0

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