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El premio Oscar para “Historia de un oso”, cortometraje de animación dirigido por Gabriel Osorio y producido por la “compañía de animación” chilena Punkrobot, es uno de los reconocimientos más resonantes de las producciones del séptimo arte de América Latina. Quizás lo más positivo de premios como este, es que visibilizan mediáticamente autores y obras que de otra manera pasarían pasan casi desapercibidos. Por ejemplo, solo luego de ganar el premio de la Academia, el corto fue exhibido por la televisión chilena, un sábado en horario estelar, en Televisión Nacional. (Puede verlo aquí).

Historia de un oso está inspirada en el abuelo del director, encarcelado y enviado al exilio durante la dictadura de Pinochet; pero no se requiere conocer la historia reciente de Chile para comprender la narración. Cualquiera que haya sufrido una injusticia, en los demasiados países del mundo donde los que tienen el poder abusan de los más débiles, se sentirá identificado. Es un cuento de la humanidad sobre las pérdidas dolorosas y también sobre la esperanza decidida de los que resisten hasta escapar de la injusticia.

El abuelo oso, mezcla de “relojero de dioramas”, narrador y organillero trabaja en su casa modesta y llena de recuerdos cargada de nostalgia, figuras de hojalata y marcos de madera; loza y tetera de antaño, radio y muebles antiguos, viejas instalaciones eléctricas a la vista,… una habitación vacía con un oso de peluche sobre la cama. El viejo oso sale por las mañanas a ofrecer su historia a los niños través de una caja mágica.

Afiche de Bear Story
Afiche de Bear Story

Memoria chilena, memoria universal

El “Oso” es una reflexión poética sobre la memoria, que es representada visualmente a través de mecanismos maravillosos y simples, que parecen el interior de un reloj por donde la vida de los personajes se deliza a través de los engranajes del tiempo.

El protagonista es una persona anónima, igual a millones en el mundo, que ha sufrido en silencio su tragedia y ha recuperado íntimamente su vida, sin gloria ni épicas reconocidas. Atisbo de los héroes cotidianos que día a día superan obstáculos y siguen adelante aunque duela, aunque cueste.

La memoria nacional se gira de manera profunda y sutil, nos conecta con sensibilidad auténtica con el pasado y propone una nueva emoción que alivia la tristeza y sana de manera amable esa herida que Chile carga desde hace más de cuarenta años.

El oso narrador le da sentido a su vida y se sana contando su historia a las nuevas generaciones que quizás no lo comprenden intelectualmente pero lo acompañan con la transparencia ingenua del corazón.

Making of Bear Story 1 Gentileza de Punkrobot
Making of Bear Story 1 Gentileza de Punkrobot

Un espacio tiempo chileno

Tanto como la historia misma, sorprende la ambientación de un espacio tiempo que es indudablemente Chile. Pero no ese Chile que las élites han vendido tan hábilmente hacia el exterior y el interior, no el país jaguar al borde el desarrollo, exitoso pero sin alma.

El espacio tiempo del Chile del oso es una mezcla de tiempos pretéritos donde circulan tranvías, las bicicletas ruedan sobre adoquines y en las calles se mezclan industrias, comercios y residencias, postal compuesta de barrios tradicionales que podrían encontrarse en comunas históricas de Santiago, como Quinta Normal, Independencia, Recoleta, Estación Central o Ñuñoa. Las imágenes evocan el recuerdo de días más humanos, menos plásticos y consumistas.

El oso es local y a la vez tan universal, profundamente personal, sin discursos ideológicos, narrado a través de poderosas metáforas de bellas imágenes animadas construidas a través de múltiples técnicas que fluyen sobre un música casi perfecta, con atmósfera de caja musical, creada e interpretada por el Dúo Denver.

Sin ninguna palabra hablada, solo “tres palabras escritas” destacan en el cortometraje. Un “NO” que aparece “rayado” en un muro al lado de un puño, como recordando el Plebiscito; el cartel del “Bazar La Estrella” que nos evoca la estrella nacional o quizás el oso estrella del circo; y el “Circo” y sus afiches pormocionales. Tres palabras para un historia mágica y profunda.

Making of Bear Story 2 Gentileza de Punkrobot
Making of Bear Story 2 Gentileza de Punkrobot

Arte y sanación

Si el cine es el séptimo arte, esta es una gran obra de arte que después de haber tocado el corazón de la tristeza de su creador brotó con fuerza suficiente para deslumbrar incluso al fulgurante mundo de Hollywood, en un proceso que el mismo director ha definido como sanador.

Este no fue solo un destello inspirado. El equipo de Punkrobot trabajó más de dos años elaborando la narrativa, investigando y mezclando técnicas, encontrando el tono adecuado de la música, dibujando y editando hasta llegar a la alquimia mágica.

Con el dedicado trabajo no surgió solo un formidable cortometraje animado sino una invitación a apreciar de otra manera la historia reciente, poniendo el énfasis en la victoria de la esperanza y la resiliencia de los golpeados más que en los horrores cometidos por los victimarios, a rescatar la potencia de las semillas de lo que somos profundamente.

Historia de un oso es un choque sanador con la identidad.

Making of Bear Story 3 Gentileza de Punkrobot
Making of Bear Story 3 Gentileza de Punkrobot

Gabriel Osorio logró crear su Oso en Chile, donde la falta de sensibilidad y de aprecio por el Arte, son quizás obstáculos más grandes que la ausencia de políticas culturales o la escasez de recursos. ¿Cuántas “historias de oso” se habrán perdido en Chile porque los dueños y burócratas de los medios masivos y los aparatos culturales no las supieron apreciar a tiempo?

¿Cuántos osos escondidos o en gestación habrá, esperando abrirnos el corazón para enriquecer nuestras vidas con nuevas propuestas y conversaciones?

Creemos comunidad: en Twitter @mautolosa y en Facebook

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4 Comentarios sobre “Historia de un oso, el giro de la memoria

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