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Trescientos ochenta páginas que fueron antesala de la muerte llegan justo por estos días en que la calaca me ronda a pesar de la anticipada primavera. La naturaleza explota en brotes, nuestra sociedad agoniza.

Nancy Guzmán, periodista corajuda que ha roto a través de sus libros la complicidad con los pactos de silencio; es tremenda desmadejando el hilo que nos lleva a los más oscuros laberintos de esta nación. Perséfone sigilosa que nos invita las fauces de lo oscuro. Ella es parte de un colectivo de periodistas que hacen honor a su oficio sagrado y del que forman parte los Javieres Rebolledos, Mónicas González, Mauricios Weibel y otros más que dignifican la labor periodística en Chile develando e instalando temas importantes de debatir, conocer y reflexionar.

Trescientos ochenta páginas que se devoran, que se recorren sin aliento, sin dar tregua a un asombro que se multiplica. “El Fanta” es una película, una novela policial, una serie, una saga. Es imposible soltarla mientras el corazón se agita  y la tristeza y la meditación se van adueñando de todos los espacios. Acuciosa, Nancy Guzmán despliega datos, testimonios, nombres, fechas. Es dolorosamente certera en la descripción de una traición sin fronteras y de una nación estremecida y secuestrada por la locura. Incluso para los que nos hemos informado respecto a lo ocurrido en los años aquellos en los que la ferocidad cantó su canto de esperpentos, nos asombramos al dimensionar la medida del horror.

Este libro me golpeó desde muchos espacios…

Primero me invitó reflexionar en relación al manto de silencio que se cierne sobre el país después de terminada la dictadura y aún, tristemente, hoy día. Justo cuando era indispensable hablar, con-versar, debatir e intentar, colectivamente vislumbrar, desde distintas voces y miradas, los porqués y para qué de 17 años de muerte, persecución y censura; sólo hubo un pulidísimo velo que impidió la comprensión, velo que dura hasta el día de hoy. ¿Quiénes somos cómo país, de qué estamos hechos, cuáles fueron las consecuencias de lo ocurrido, cómo se desplegaron los acontecimientos para qué la barbaridad sin límites fuera posible? ¿Cómo fue que una bestia de dientes afilados y pestilencia ilimitada, viviera entre nosotros, en nosotros, en nuestra historia sin que nos diéramos cuenta? ¿Qué no se nos enseñó en los colegios, en las casas familiares, qué no se vió, qué permitió que no se viera? Entonces cargamos con una herida abierta para siempre y cargamos con una profunda incomprensión en relación a nuestra historia, nuestra  identidad, en relación a la dimensión que alcanza la hegemonía del poder. Nos quedamos, como dice el libro, con la simplificación de la teoría de “los dos demonios enfrentados” y de los cuales el país entero fue víctima pero no es responsable. Teoría útil que, por lo demás, vuelve a esgrimirse como amenaza cada vez que la ciudadanía se levanta y habla o canta o sueña o se atreve a desafiar al poder y a poner su voz, su cuerpo y su anhelo en la mesa de Chile. Esa ciudadanía fue y sigue siendo, de maneras elegantes, cubiertas y camufladas,  esa manga de rotos alzados que no saben nada de nada.

La participación es necesaria, indispensable. Participar de nuestra historia, conocerla, conversarla, comprenderla. Trabajar a favor de abrir espacios para el encuentro, la formación, la capacidad de ser parte, de crear instrumentos de opinión, es una tarea urgente. Necesitamos un país sin borregos ciegos, sordos, mudos y aterrados que van tras los bienes materiales para calmar la angustia de la nada y la ilusión de la soledad que amenaza con tragarnos. ¡Qué útil ha sido esta estrategia de los poderosos de Chile y sus aliados serviles! Una ciudadanía cautiva de las cosas, perfecta mano de obra, asustada de todo, hedonista, es la ideal para la permanencia de este sistema que concentra y concentra poder.

Por otro lado, voy a hablar desde la guata No sé mucho hablar desde otros rincones y reivindico el aporte que este modo de hacer, pensar y hablar, hacen. Son maneras holísticas, integradas. Aclaro que puedo estar totalmente equivocada y me disculpo si mis palabras ofenden a alguien.

Me choqueó el personaje y su engranaje. El Fanta, Miguel Estay Reino,  más allá de su perfil psicológico, que permite o explica, de alguna manera, su traición sin nombre; está su perfil social y político. En el libro aparece un mundo desconocido para mí. Este mundo describe los vericuetos del poder más allá de las distintas ideologías. Para la amplia tribu de militantes de base, como yo, personas comunes y corrientes, que realmente salíamos a la calle (y salimos) en la lucha a favor de los sueños, a favor del bien común, militantes que cantábamos, nos emocionábamos, que queríamos mirar a los ojos al otro, la otra, vibrar en la complicidad bella de la condición humana  y que esperábamos construir un mundo en el que cupiéramos todos y todas, equitativo, democrático, socialista, nada de lo que habitó El Fanta era, en los hechos, existente. Todo ese universo al que él aspiró y perteneció, ese universo de espías, de inteligencia y contra inteligencia, de visitas a la KGB y otras centrales, esa formación en el secretismo propiciada, también, por los partidos de izquierda, construyendo cúpulas, profundizando las jerarquías, la verticalidad. Modelos autoritarios de organizarse, parcelados, donde la verdadera participación no existe.  La noción de que había algunos elegidos para labores superiores, para las grandes tareas y que, hacia abajo, quedaba la obediencia. Y sino, el desprecio a la luz de las ideas verdaderas y correctas. Todo tan parecido al modelo militar que da a luz monstruosidades. La huella indeleble del patriarcado manifestándose en las estructuras y en la lógica de un poder piramidal.  El Fanta era un agente, antes y después, un agente del comunismo, primero y luego del fascismo. Lo que nos separa de ese mundo que queremos transformar, no solo son las ideas. Si las ideas viven en nuestra cabeza y están divorciadas de nuestra guata, de lo que nos dice el cuerpo, de lo que alberga el corazón, de las fibras sutiles y delicadas de nuestra condición humana, se pueden generar desastres. Siento que si acallamos el rumor secreto del amor, la compasión, la bondad fundamental del universo, ninguna transformación profunda será posible. Ese caudal secreto que construirá estructuras horizontales, participativas, orgásmicas, amorosas.

El Fanta es, entre otras cosas, el resultado de la lógica del enemigo y ésta permite verdades absolutas en las que el otro/otra, a ese que ubico en el espacio del contrario, del discrepante, le arrebato su condición humana. Él/Ella deja de ser otro/otra válido, respetable, entonces puedo hacerle cualquier cosa, callarlo, matarlo, torturarlo, flagelarlo y mandarlo al infierno. No es un par. En esa lógica, el horror es posible, en esa lógica mis sombras pueden adquirir cuerpo y encarnar en la tierra sin freno. En esa lógica el miedo es el gran aliado.

Este libro me ha invitado a cuestionar, nuevamente, la manera de ejercer el poder y cuestionar los medios que usamos para lograr las reivindicaciones y los sueños. ¿Me pregunto qué habría ocurrido  si el golpe hubiese tenido otros colores, otros contenidos ideológicos? Conociendo al personaje en cuestión, personaje elegido como militante ejemplar por sus pares, conociendo a otros colaboradores como él, siento un escalofrío.

Todos nosotros, gente de izquierda, muchas veces hemos estado a las puertas de  la conquista del mundo con el que soñamos. Entramos, felices, y a poco andar, ya estamos aislados de la gente, del pueblo, de hacer algo juntos y juntas, alejados del sueño que dio a luz la lucha. ¿Tal vez es porque esa lucha se dio con armas que nada tenían que ver con el sueño sino con la lógica del enemigo, con la lógica del todo o nada, la lógica de los elegidos, desde una estructura de poder patriarcal…? Respeto, equidad, amor, diversidad, ternura, humanidad, son pájaros que sobrevuelan las tierras abiertas buscando donde anidar… Me pregunto, pregunto. La verdad necesitamos sentarnos a conversar sobre estos temas, estos temas hay que abrirlos en los colegios, deben orientar la manera de propiciar nuevas relaciones humanas para que, de verdad, otro mundo sea posible.

Un abrazo profundo, amoroso, un abrazo de árbol añoso y oloroso a todos los que fueron vilmente traicionados por los Fantas de esta nación. Ellos murieron y hoy los recordamos como los recuerda Nancy.

Un abrazo profundo a todos y todas las militantes de base, a las y los soñadores que hemos sido vilmente traicionados de las maneras en las que este sujeto lo hizo y en las maneras en que algunos de nuestros representantes lo siguen haciendo.

Un abrazo profundo y amoroso al alma de nuestro país que también ha sido traicionada ya que no ha sido invitada a la fiesta. Nuestra almita pajarera sigue esperando su turno, sigue esperando que giremos la cabeza y la veamos con sus plumas suaves y su belleza. La traición en Chile es un espacio que se ha hecho parte de nuestras vidas.

Muchas gracias Nancy por tu honradez y valentía y por abrir temas de reflexión cruciales para este presente y para nuestro futuro que espero sea un universo abrazo donde la belleza, el goce, el éxtasis, la alegría, el respeto y la conciencia plena del NOSOTROS, reinen.

“El Fanta” Historia de una traición
Nancy Guzmán Jasmen
Editorial CEIBO

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9 Comentarios sobre ““El Fanta” Historia de una traición

  1. Grande Malucha al darnos a conocer tus emociones, percepciones y reacciones ante el relato de Nancy, que como bien dices nos golpeó desde muchos espacios al recorrer nuevamente esos sangrientos caminos del horror, de las traiciones, de los amigos y compañeros que caían uno tras otro sin darnos tregua para salir de la terrible tragedia que cayó sobre nosotros.

  2. Siempre me he preguntado… ¿cuántos silencios anónimos fueron cómplices durante los duros y jugados años de la resistencia? Eslabones del crimen, cómplices del desgarro… No fueron culpables solo los que hablaron; también los que callaron.

  3. Pones maravillosamente en poesía la pulsión urgente de pensarnos en los acontecimientos que generaron la utopía y la distopía de ese Chile maravilloso y brutal que vivimos, pero además levantas la valentía de cuestionar lo que podríamos haber hecho si hubiésemos alcanzado el poder quienes fuimos arrebatados de el …. Yo creo que tu visión es valiente al permitirte y permitirnos pensar esta arista posible en la historia y señalar en futuro, la necesidad de evolucionar la conciencia para construir definitivamente la topía que soñamos …..

    1. Se nos truncó la posibilidad y los espacios para pensar en colectivo, reflexionar y conversar… eso hace que este país esté sin cabeza, sin corazón y sin cuerpo. La verdadera tragedia

  4. Transcribo una opinión que hice hace unos años para otor medio, a propósito del tristemente famoso Fanta:
    Los partidos políticos tenían la misma estructura jerárquica y operaban con la misma lógica vertical que las FFAA y pareciera que estaban dispuestos a cometer las mismas atrocidades que los uniformados han ejercido sobre la población civil a lo largo de nuestra historia y que durante los 17 años de dictadura fue más brutal que nunca. Este tipo Estay Reyno tenía las mismas obsesiones que otro traidor del PS llamado Jaime López Arellano que también adoraba La orquesta Roja, ex-novio de la que persona que hoy es Presidenta de la República y que su paso desde el aparto de seguridad del PS a colaborador de la Dina, costó la vida de cientos de militantes. Sería muy triste si los partidos que se dicen democráticos y progresistas siguen manteniendo este tipo de estructuras. Los jóvenes de hoy no se identifican con los partidos ni tienen interés de participar en las votaciones. Prueba de ello es que nuestros actuales gobernantes fueron elegidos por una minoría ínfima que acudió a las urnas en las últimas elecciones.

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