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Desde agosto de 2017 estoy realizando mi estudio de doctorado en Diseño de Servicios basado en la Cultura, en la Universidad de Lapland (o Laponia en español) en Rovaniemi, Finlandia. Es la universidad más al norte de Finlandia y donde en verano se aprecia el sol de medianoche y en invierno las auroras boreales.

Muchas veces he escuchado que la educación Finlandesa es una de las mejores del mundo. Políticos y expertos de distintos países hacen visitas para conocer ésta maravilla de la que todos hablan.

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Y sí, es una maravilla.

En los meses que llevo estudiando y en los cursos que he realizado hasta el momento, he observado la potencia de una metodología que integra los intereses e inquietudes de los estudiantes, que busca desarrollar una visión crítica y constructiva, donde las clases tienen mucha conversación y donde los estudiantes están interesados en aprender. Y no sólo eso, la infraestructura de la Universidad, la planificación urbana, las relaciones entre los ciudadanos y las políticas públicas todo es coherente con esta visión centrada en los seres humanos que habitan el país.

Destaco tres cursos que he realizado por la visión amplia del conocimiento y la integración de otros elementos que complementan la experiencia de aprendizaje:

“Research Ethics” un curso de General doctoral programme, el énfasis es la colaboración. Al leer todos los textos, revisar los videos y hacer los ejercicios de cada módulo, me parecía increíble la distancia con la ética que estaba acostumbrada a escuchar. No aparecía el miedo a la copia, ni el recelo por las ideas. Al contrario, la primera parte consistía en integrar la colaboración con pares y la valoración por los investigadores con mayor trayectoria, adquirir los conceptos básicos éticos para ser parte de la comunidad académica, dentro de los cuales estaban la colaboración, el respeto, integridad, responsabilidad social por los conocimientos compartidos, transparencia, autonomía, “doing good not harm”, justicia. La segunda parte estaba orientada a la generación de datos, su almacenamiento y la forma de difusión de los nuevos conocimientos para compartir con la comunidad académica.

“Writing seminar” un curso del programa de doctorado Northern Cultures and Natural Resource Politics, el cual fue dictado en una cabaña de la Universidad ubicada en el Parque Nacional Pyhä-Luosto, fueron 3 días de escritura intensiva. La metodología consistía en la presentación de los temas de los papers que cada uno quería desarrollar, seguido por horas de escritura silenciosa. Cada cierto tiempo se compartían los avances conversando en una sala muy grata alrededor de la chimenea o durante la preparación las comidas colectivas en las que todos contribuíamos con ideas culinarias o la pequeña cabaña-Sauna que estaba a un costado de la casa principal. Junto con la escritura había distintos detalles que hacían la experiencia de aprendizaje más profunda, como conversar en los distintos espacios o las caminatas en el bosque que rodeaba la casa o en la búsqueda de velas que hicieran el momento de la comida más especial aún. Junto con el desarrollo intelectual de cualquier espacio de aprendizaje, el curso fortalecía la colaboración y generación de confianzas mediante esta instancia de habitar y hacernos cargo de este lugar en medio de la nada.

“Theoretical Foundation of Service Design”, curso de mi programa Culture-Based Service Design en una sala que tenía sólo una mesa central con las sillas ubicadas alrededor. El curso se constituía principalmente en 4 momentos; primero, la exposición de las distintas teorías que explican qué es Diseño de Servicio; segundo, la presentación de dos estudiantes de doctorado en distintas etapas de su investigación; tercero, trabajo colectivo para identificar los conceptos comunes entre los proyectos de investigación de cada uno; y cuarto, después de toda la semana de trabajo responder la pregunta ¿qué es diseño de servicios? El propósito del curso es la elaboración de un paper grupal colaborativo en el cual se integren los intereses de todos sus participantes, por lo tanto el análisis colectivo y la generación de consensos fue vital.

Una experiencia educativa presente en los espacios de la Universidad

La metodología educativa no es sólo el desarrollo de los cursos también el espacio en el que está inserta.

Las salas de clases se dividen en mesas grandes porque generalmente se trabaja en grupos,  otras salas consisten solo en una gran mesa y todos, incluido el profesor o profesora, son parte de esa mesa.  También hay salas que tienen murallas movibles por lo que puedes tener una gran sala de clases o dos más pequeñas.

Una cosa de otro mundo son los laboratorios, con materiales tecnológicos disponibles a los estudiantes sin candados ni cadenas antirobos. Como referencia este video del Laboratorio de prototipado de Diseño de Servicios SINCO:

 

La biblioteca es otro espacio interesante, no sólo por mi debilidad por los libros, sino por la definición y organización de los espacios. Aparte de la enorme cantidad de estantes con libros a los que accedes sin intermediarios, hay espacios para leer en sillas mecedoras o en sillones normales,  escritorios modulares en los que puedes trabajar y estudiar, salas de silencio en la que solo puedes leer, computadores en los que puedes buscar información, unos cubículos para reuniones para 4 personas con una pantalla grande y cortina para cerrar y aislar el ruido.  Además su  plataforma online tiene los vínculos para acceder a la base de datos de revistas científicas e incluso la biblioteca realiza dos cursos para enseñar a buscar material online y los mejores lugares para publicar papers según el área de desarrollo.

La Facultad de Arte y Diseño tiene salas de exposición donde profesores y estudiantes pueden exhibir en el marco del programa de estudio o en los proyectos que desarrollen. Además una pequeña tienda donde venden los productos de estudiantes y diseñadores de la región de Lapland.

El casino y cafetería de la Facultad fue diseñado por los estudiantes. Es el hall principal de la Facultad y las mesas y sillas están dividas por 4 colores azul, verde, rojo y amarillo. Uno de los espacios tiene mesas largas, otro sillones con una mesa central, otro con pares de sillones individuales de respaldo alto y en redondo para aislarse del entorno, otro con mesas y sillas altas para quienes prefieran comer y trabajar en sus computadores y finalmente un espacio con sillas mecedoras.  La cafetería además vende licores para quienes por la tarde busquen un espacio más distendido de conversación y donde, por supuesto, nunca he visto a alguien borracho.

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En los pasillos del campus hay distintos lugares confortables para leer o trabajar en el computador, tanto dentro como fuera de la Universidad se encuentra la colección de 23 esculturas de la Fundación Kari Huhtamo y 49 piezas de la Comisión Finlandesa de Arte las cuales representan mediante distintas técnicas, el arte Finlandés contemporáneo.

Una de las curiosidades que encontré este último mes es la sala Sauna, un pequeño edificio que además de tener el equipamiento en mobiliario y tecnología para reuniones, cuenta con un sauna para complementar la experiencia Finlandesa.

 

Una ciudad pensada para vivirla.

Y por otra parte la metodología educativa tiene que estar inserta en una sociedad coherente con los valores y visiones aprendidos en las salas de clases.

Por ejemplo, el diseño de la ciudad es amable y considerado con las personas. A un costado de todas las calles se encuentra otra pista exclusiva para peatones y ciclistas. Los niños desde los 7 años se desplazan solos a los colegios, ya sea caminando, en bicicleta o en transporte público. En las horas de entrada y salida del colegio los buses que transitan cerca de colegios hacen desvíos para pasar frente a los colegios y hacer más fácil el transporte.

Las bicicletas pueden quedar en la calle sin candado, aunque la mayoría de los extranjeros lo utilizan. En la entrada de las universidades o restoranes hay percheros para dejar los abrigos y ropa de nieve, sin candado, sin casillero… sólo colgado como si estuvieras en tu casa. Es posible caminar a cualquier hora por la calles sin miedo a ser asaltado, incluso considerando que en invierno las horas de luz día son reducidas (en diciembre solo 2 horas de luz).

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Los contrastes de las estaciones son aprovechados para actividades deportivas, recreativas e incluso educativas (como un curso de esculturas en nieve de la Universidad). Es posible ver a personas de todas las edades trasladándose en bicicleta o realizando la característica caminata nórdica en las calles. En los lugares de espera como bancos, paraderos o cualquier otro servicio las personas conversan, incluso con extranjeros que generalmente no hablan finés.

Las políticas de sueldos en el ámbito académico, por ejemplo, son iguales para todos y se basan en la confianza, no tienen hora de entrada ni salida, de igual forma todos cumplen con sus compromisos.

Después de estos meses de vivir y estudiar en Finlandia he comprendido que un buen sistema de educación es posible cuando toda la sociedad funciona en base a los mismos conceptos y valores. Hacer cambios en la educación significa que saliendo del Colegio, la Universidad u otras instituciones educativas, la sociedad funciona en coherencia de lo aprendido. Es una alegría constatar que una sociedad basada en la confianza y el respeto no es un sueño inalcanzable sino que una decisión a nivel país.

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6 Comentarios sobre “Viviendo la educación en Finlandia

  1. Qué excelente narración! Pude sentirme parte de todos los momentos que has vivido. Me parece, que el trabajo que debemos hacer en Chile, parte de la confianza… Creer firmemente que tenemos todo el capital humano para mejorar la educación. Confiar que las personas añoran aprender, pero desde lo que son, no desde la imposición. Muy buena experiencia y se me vienen a la mente muchas ideas para replicar … Muchas gracias!!!!

  2. fabulosa experiencia. Cuesta pensar que hay una relación entre espacio físico, metodología de estudios y capacidad cívica de las personas. Triste cuando vivimos en universidades siempre a punto de ser destruidas, jardines pisoteados, graffittis, sillas rotas, amenazas y rabia. Creo que la educación cívica desde la escuela básica podría ayudar a países como Chile.

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