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Amor, gratitud, entrega, solidaridad, comunidad, compartir, trabajar juntos en la música, darnos. No son solo palabras vacías, cuando hablamos de orquestas y de nuestro querido maestro José Antonio Abreu.

http://www.eluniversal.com/entretenimiento/4517/maestro-abreu-pocas-palabras

“Con todo mi amor y eterna gratitud a nuestro padre y creador de El Sistema”, dice Gustavo Dudamel en su Twitter.

“Hasta siempre querido maestro José Antonio Abreu…Gloria del humanismo y la música ..en mi recuerdo nuestro encuentro y la bella conversación junto al maestro Fernando Rosas , otro héroe latinoamericano de la cultura, el año 1992 en Santiago de Chile. Con Jorge Peña Hen en el corazón . Se nos ha ido el último de los tres grandes soñadores .. mis condolencias a todos los hermanos músicos de Venezuela, América y el mundo”, escribe nuestro querido amigo Víctor Alarcón, Director de coro, fundador del programa “Crecer Cantando” del teatro Municipal de Santiago.

En el año 2000 tuve el regalo de conocer a José Antonio Abreu, ex Ministro de Cultura y creador de la Fundación del Estado para las Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, a quien agradezco la inspiración y el ejemplo para el desarrollo social con equidad de su país y de Latinoamérica a través de la música. Ese mismo año también viajamos a Venezuela gracias a la Fundación Beethoven y Fundación Andes, quienes organizaron esta gira para realizar un seminario con diez profesores chilenos invitados por el mismo Maestro.

En una semana de gira, los profesores invitados recorrimos Venezuela, visitando un gran numero de orquestas infantiles y juveniles con al menos cien niños y jóvenes músicos en cada una de ellas, que interpretaban repertorio de la mas alta calidad musical y descubriendo que detrás de cada niño habían maestros, muchas horas de esfuerzo y un sistema bajo cuyo amparo les resultaba posible existir y desarrollarse. ¡Llorábamos emocionados, cada vez que alguno de nosotros tenía que hablar!, era la realización de nuestros sueños.

Reconocimos también en esta visita y en el intercambio con los maestros venezolanos, el enorme sentido social del proyecto; La música al servicio de los niños y jóvenes de la calle, de aquellos que normalmente no tienen en América Latina ninguna oportunidad de desarrollarse: niños maravillosos tocando violín en medio del barro y la pobreza, escuchamos una orquesta de niños minusválidos y un grupo de niños sordos, con lenguaje de señas cantando Haendel.

Con motivo de la gira que realizó la Orquesta Juvenil Simón Bolívar a Chile, a la ciudad de Viña del Mar en noviembre del año 2001, tuve la posibilidad de conversar con el Maestro Abreu y entrevistarlo para mi tesina de Gestión Cultural de la Universidad de Barcelona.

Hablamos mucho rato sentados en el foyer del Teatro Municipal de Viña, el me dedicó su tiempo de la misma manera como lo hacia con cada maestro, estudiante que requería de el. Me habló de su infancia, de sus tradiciones, compartió conmigo su filosofía de servicio.

La labor nuestra no es para formar músicos, porque para eso están las escuelas de música. Nuestra labor es la utilización de la música con un fin social, pero eso si, para que la música pueda ser un instrumento de cambio social, debe ser alta música y la docencia debe ser del mas alto nivel, porque si el muchacho no encuentra el camino del instrumento porque tiene un mal profesor o un mal sistema de enseñanza, el deserta de la música y la música no puede beneficiarlo.

La clave de este caso es la práctica orquestal guiada. No es el examen que se da cada seis meses en  un conservatorio, donde el muchacho nunca pierde el miedo al maestro, porque siempre está restringido al aula y a un repertorio limitado que son los métodos y ocasionalmente alguna sonata. La experiencia diaria de la música sinfónica, el desarrollo del oído que brinda el tener que integrar algún conjunto con un método de educación como ese, resulta imposible porque la afinación es un acuerdo y si el muchacho no se acostumbra a “acordar” su afinación en el concepto general, nunca afinará bien. La práctica de la orquesta le enseña a afinar y la orquesta tiene un sistema repertorial rápido, intenso, conciertos cada quince días, cada semana, con un repertorio que cambia constantemente. Eso acelera notablemente su destreza. Eso lo hemos visto, usted es mejor testigo de esto.   Sobre esta base es que entonces podemos organizar la alta academia, una vez que ya el sistema está funcionando. Ahora viene la Orquestas Filarmónica de Berlín por ejemplo y lleva el quinteto de vientos a trabajar con ellos, porque ya hay una base suficientemente alta para que no tengamos que incurrir en el colonialismo musical de depender siempre de otros centros musicales.   Tenemos aquí en América latina todos los elementos para hacer una vida musical propia con una base propia y del mejor nivel”.

Entre muchos otros temas le pregunté al maestro: ¿Cree usted que el programa de orquestas infantiles y juveniles de Venezuela, representa un cambio paradigmático en la formación musical de sus niños y jóvenes integrantes?

Una orquesta, para que pueda ser tal, requiere tener una determinada forma de ensayos. Las orquestas se convierten en Venezuela, en una escuela de vida social porque te enseñan a acotar la libertad, a limitar la libertad de ensoñación personal por un trabajo común.El secreto es la motivación al logro, esas ganas de tocar un concierto, montar una sinfonía.

Gracias Maestro Abreu, como decía nuestro querido Maestro Rosas, seguimos en la carrera de postas, nosotros entregaremos pronto el testigo y serán ellos los continuadores de una gran obra.

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