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¿Qué hay detrás de ese muro?
¿Es el muro que divide nuestra sociedad?
¿En qué lado del muro estas?

Interior Patio 5, Centro Penitenciario Colina II. Fotografía de Mariluz Soto
Interior Patio 5, Centro Penitenciario Colina II. Fotografía de Mariluz Soto

Conocí el proyecto que Mariana Kaplun realizó durante años en el Centro Penitenciario Colina II enseñando y guiando proyectos basados en el reciclaje y reutilización. Los proyectos era desarrollados por internos y estudiantes de Diseño UC quienes trabajaban juntos en los patios 5 y 9 de la cárcel, sin gendarmes, sin miedos. Lo que sucedía en los patios era pura belleza, este artículo trata de transmitir esa experiencia.

La emoción del encuentro

Al comienzo había una resistencia por parte de los estudiantes, el miedo a lo desconocido y enfrentar aquello que está instalado como la peor cara de la sociedad. Al cruzar las rejas de seguridad los prejuicios se diluyeron al encontrar a hombres respetuosos, a niños que crecieron sin infancia de juegos, sin protección y desarrollándose en una realidad carente de oportunidades. Por otra parte, los internos encontraron jóvenes, mayoritariamente mujeres, que habían crecido en ambientes protegidos, que estaban estudiando en la Universidad y que de muchas formas ignoraban la dureza que habitaba en algunos sectores del país.

Ambos se escuchaban con respeto, apreciaron los conocimientos diversos y se conectaron con las experiencias de cada uno. Los patios 5 y 9 se llenaron de vida, internos y estudiantes crearon juntos soluciones para mejorar la vida al interior de la Cárcel y para aportar a la sociedad. Conversaron, rieron, crearon y formaron juntos un espacio de confianza y creatividad.

 

Otra visión del reciclaje y la reutilización

Detrás del reciclaje y reutilización hay una nueva oportunidad para aquello que ya cumplió un ciclo. Una prolongación de la vida. El papel de periódico, las revistas, las agendas viejas, los papeles que son impresos se pueden transformar en pulpa de papel para crear nuevos materiales, así nacieron diversos productos. Los internos con las estudiantes mezclaron la pulpa de papel con otros materiales como aserrín, aglutinantes naturales (Aloe Vera) y colorantes provenientes de las comidas, de esas exploraciones aparecieron maceteros biodegradables, cascos de emergencias y alcancias. Con trozos de madera del taller de carpintería crearon nuevas formas para pocillos que amenizaron los encuentros con sus familias y visitantes. De bicicletas viejas y averiadas extrajeron el sistema de transmisión de la bicicleta y de los desechos recuperaron los tambores plasticos de agua creando una centrífuga manual (porque en la cárcel se corta la luz muy seguido) y una juguera para optimizar el proceso de creación de pulpa de papel.

Productos pulpa de papel, Centro Penitenciario Colina II. Fotografía de Mariluz Soto

Cuando llegaron los estudiantes con las bicicletas en mal estado a la Cárcel para crear la centrífuga y juguera, los internos en minutos las arreglaron y comenzaron a usarlas. Con los brazos extendidos pedalearon y sentían el aire en su piel. Se reían a carcajadas disfrutando el momento “es como estar en la calle” decían. Ese día fue principalmente verlos pedalear en el patio, su alegría nos conmovió a todos.

El mundo del reciclaje abrió nuevas posibilidades, algunas ideas para proyectos que les permitieran la reinserción laboral cuando cumplieran su condena y también en las conversaciones se generó una reflexión profunda sobre la autopercepción y la oportunidad de recuperar un rol de contribución a la sociedad.

 

El diseño en la sociedad

El diseño fue el vehiculo y el punto de encuentro que impulsó una conversación respetuosa entre internos y estudiantes. Todos los momentos de creación fortalecieron la confianza y la valoración por el conocimiento y experiencias del equipo. Los patios 5 y 9 se llenaron de belleza, de aquella que emerge en la interacción entre las personas y en la creación colaborativa.

Una parte de la formación del diseñador debería equilibrar la forma y fondo, preocuparse de la estética y sobre todo de la función que cumple, en lo que resuelve y como puede ser incorporado en la sociedad de una forma casi invisible. Cuando conocí a Mariana percibí esa preocupación por enseñar más allá de la estética, por traspasar las barreras y por entregar valores esenciales para la comprensión de realidades tan marginales y vulnerables.

El proceso de transformación fue evidente. Muchos de los estudiantes manifestaron su cambio de perspectiva en la experiencia de trabajo colaborativo con los internos. Para todos una experiencia límite e inolvidable porque diluyó la venda de los ojos y cambio el enfoque de la vida que todos conocían hasta ese momento.

Extracto mural Exposición Reciclarte. Creación de Mariana Kaplún, Fotografía de Mariluz Soto

 

Traspasando el muro

“Estar presente en la enseñanza de mis hijos” y “contar que acá dentro estamos haciendo cosas buenas” eran las preocupaciones de los internos. Con orgullo comentaron su experiencia cuando prepararon almácigos para entregar a jardines infantiles de escasos recursos. Tomar consciencia del reciclaje y reutilización abrió su creatividad y también comenzaron a mejorar su entorno, así surgieron los talleres de costura, creación de papel, el huerto e invernadero. Todos construidos con materiales reciclados.

Huerto en Patio 5. Centro Penitenciario Colina II. Fotografía de Mariluz Soto
Huerto en Patio 5. Centro Penitenciario Colina II. Fotografía de Mariluz Soto

Los internos estaban presentes en sus casas con el set de semillas que regalaron a sus hijos las cuales contenían la explicación de los cuidados y la mantención. Acciones como el regar y cuidar el crecimiento de la planta era una forma de conectar con sus hijos y extender su cariño fuera de la cárcel.

Para ingresar alimentos a la cárcel las familias solo pueden usar una bolsa blanca que está permitida ingresar, cumple con las medidas de seguridad y se puede encontrar en los locales comerciales alrededor del recinto. Los internos y estudiantes trabajaron en la fabricación de nuevas bolsas reutilizables que al mismo tiempo de transportar los alimentos contuviera mensajes positivos. Estos mensajes extendian su voz y reflexión, y acompañan a sus familias en el trayecto de la casa a la cárcel. El proyecto ya fue aprobado por las autoridades del recinto y puede ser implementado en cualquier momento. 

Traspasar el muro no es solo abrir las puertas de seguridad, es la búsqueda de formas para estar presentes, no ser olvidados y excluídos de la sociedad. Traspasar el muro es conocer una realidad distinta, una transformación y disminución de los prejuicios establecidos.

La exposición Reciclarte y el libro Diseñar para la Libertad

Ambos son parte el reflejo del mismo proyecto que potencia la humanidad en gestos simples y amables a través de la creación colaborativa en contextos marginales.

La exposición “Reciclarte” transforma una experiencia de co-creación en expresión artística.  Dos murales, ocho paneles contextuales y dos videos reflejan el espacio de creación respetuosa e integradora que permitió descubrir nuevos talentos y transformó prejuicios en afectos. Con fragmentos de testimonios, telas, papeles, textos e imágenes expone las sutilezas que emergen en una realidad tan desconocida.

Creadoras: Mariana Kaplún y Paz Cox, con la colaboración de Mariluz Soto y Dominga Rozas.

Mariana Kaplún trabajando en los murales de la Exposición. Fotografía de Mariluz Soto



El libro “Diseñar para la Libertad”  propone una mirada profunda y sensible sobre el rol del diseño en la sociedad, la capacidad del diseño en conectar con realidades complejas y en su posibilidad de adaptarse a condiciones extremas y vulnerables. A través de textos y testimonios se expone un enfoque concreto sobre la integración de la diversidad en el amplio sentido de la palabra; con la metodología y los resultados de los proyectos colaborativos entre internos y estudiantes se manifiesta la magnitud e importancia de la conversación para el encuentro de distintas realidades.

Autoras Mariana Kaplún y Mariluz Soto

Portada libro: Diseñar para la Libertad. Diseño Constanza Diez
Portada libro: Diseñar para la Libertad. Diseño Constanza Diez

 

La presentación de la exposición y el libro se realizó el viernes 23 de Noviembre en el Salón José Migel Blanco del Museo Nacional de Bellas Artes. La exposición estará disponible hasta el 16 de diciembre de 2018.

 

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8 Comentarios sobre “Derribando el muro de los prejuicios a través del diseño

  1. Me encontré con esto por casualidad y me emociono ver como en estas líneas se relata el hermoso trabajo de 5 años juntos.
    Sin duda este proyecto es la representación de que todos tenemos algo que aportar a procesos tan difíciles como lo son la reinsercion de privados de libertad

  2. Felicidades, me parece una experiencia asombrosa y emocionante por todo lo nuevo que abre o libera, tanto de un lado como del otro. Felicidades nuevamente y un abrazo a cada interviniente citada en el texto y en especial a Mariluz, por la pasión y coherencia.

    1. Muchas gracias Úrsula! Es un tema tan sensible y profundo, me siento honrada se haber sido parte de este proyecto y sin duda es una experiencia que contribuye a ampliar la mirada de la sociedad, en lo más complejo y simple, en lo más sutil y concreto…

  3. Una idea humanitaria, sensible, con la posibilidad no solo de reciclar sino que también de compartir mundos tan diferentes. Aire fresco en tiempos donde muchos quieren levantar murallas en todas partes. Felicidades a todo el equipo.

    1. Muchas gracias Pilar por tu amable comentario. Es realmente derribar murallas, de prejuicios, de paradigmas de emociones… fue una de las experiencias más transformadoras que he vivido y me ha conmovido desde el primer día. Esperanza en aquellos pequeños destellos que transforman mundos.

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