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Despertar, desespertar vacío después de años

Arrancados, socavados en silencio.

El miedo nunca puede ser eterno,

la luz aún es el estertor de unos pocos lamentos.

Amanece de nuevo, estamos inclinados hacia el cielo

La Tierra nos habla, sus ciclos orgánicos violados por el libre mercado

Nunca fue tan libre

Y acá unos presos del silencio, la obediencia ciega hoy puede ver

Escucha sus raíces, nuestro instinto, inteligencia primal, llama…

Sin la llama del fuego que limpia.

Repensar es reflexionar, volver a sacar la voz

Criticar es una forma de avanzar entre tanta marcha, gases injustos emanan del miedo

Ese que nos proyectaron en su deseo infame

La serpiente de la codicia… se revuelca, desvaneciéndose.

El paraíso se asoma hacia lo lejos…

Ahí estamos, siempre dispuestos.

Escuchando nuestros cuerpos, nuestra consciencia no tiene precio.

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