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A la señora Anita le llevaron su esposo, sus hjjos…Nunca los encontró. Nunca un culpable y ella murió diciendo Nunca Más.
Mataron a Victor, a Miguel, Maria murió asesinada en la Venda Sexi, todos sabemos de las atrocidades de Simón Bolivar, el que niega Villa Grimaldi es porque quiere pasarse de ignorante.
Se llevaron al pntor de mariposas, a su mujer embarazada en el cuartel Borgoño, a Miguel a los 18 años lo tuvieron en Londres 38, nunca pudo rehacer su vida.
Andrés murió de cáncer en Nueva York, nunca pudo sobreponerse a la desgracia, ellos, ellas que bailaron la cueca solas el resto de su vida, ellas y ellos que crecieron con los mensajeros miserables, “niñas cuídense, el ayudante es de la Dina” recibido en un almuerzo de la Universidad.
Nuestros niños que ya no son tan niños no les tienen miedo. Se les plantan al frente y ponen el cuerpo a las balas.
Nuestros soldaditos de plomo pasando con sus tanquetas pagadas por todos nosotros, en una calle ancha y arbolada de la capital.
Estamos solos y nuestra alma llora
Estamos cansados y nuestra alma llora
Nuestros hijos y nietos nos contienen y nuestra alma llora
Y se enfurece
Y no comprende como nadie
Pero nadie es capaz de hablar mas alto y decirle al pseudo demócrata de Harvard, a los hijos del Dictador, que se equivocaron con nosotros, que se equivocaron con Chile,
El Ejercito tenia que permanecer en sus cuarteles.
No pudimos conversar
No pudimos sentarnos en la misma mesa porque están mal repartidos el alimento, la sal y el agua.
¡Son tantas las cosas que todos sabemos y que nadie quiere saber!
No
No tenías que haber soltado a los soldados a la calle, tu pseudo demócrata de Harvard y tus parientes.
No tenías que creer que ustedes son los buenos y nosotros somos los malos.
No tenías que equivocarte tanto
Porque la historia es hoy
Y hoy estos muertos, asesinados, heridos,
Serán la carga de los hijos de tus hijos.
Aunque hoy ,
Tu no quieras darte cuenta,
has vuelto a partir el país en mil pedazos
Pero las luces, los colores de los que no tienen miedo porque no tienen nada que perder, brilla mas que tu sombra, mas que tus balas, mas que tu muerte.
Nuestros muertos desaparecidos no murieron, los tuyos se pudren en su propia tumba,
que así sea también contigo.

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Alguien comentó sobre “Nuestros hijos y nietos nos contienen y nuestra alma llora

  1. Me encantó. Nuestros niños y jovenes nos ven defraudados, frustrados, desesperanzados y ellos han alzado su voz por los que estamos muy cansados de chocar con el mismo muro desde hace 30 años!!! Gracias a todos los jóvenes conscientes y que empatizan con nuestro dolor histórico

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