Hurgan el fondo de los ojos
los atrapan
los hacen explotar en mil pedazos
duermen
descansan
han asesinado la luz
no perdonan
implacables
no perdonan
Envidian el amor
lo sudan
lo humedecen
lo corrompen
descansan
no lo perdonan
Reptan las venas de la garganta
deforman los rostros
rompen la piel
sus filamentos
duermen
no han perdonado
Envilecen la saliva
el sol
el líquido supremo
humillan la ternura
satisfechas
reposan
no perdonan
Ignorantes de la luz
se arrastran silenciosas
entre sepulcros malolientes
gusanos blancos
arañas falsas
clandestinas
descansan
Se alimentan de sus fetos
se ríen de los altares
maldicen
maldicen a la vida
han cumplido
satisfechas
reposan
Cómplices
del tacto
la vista
el pensamiento
ortodoxas al deber
repudian
la distancia
el tiempo
y el olvido
y no perdonan jamás
crueles
no perdonan
Bueno, gran fuerza.
Gracias Ernesto, como siempre tu opinión es para mí una de las más importantes.
Un abrazo.
¡TREMENDO POEMA! Muy bueno estimada Mónica, eres una gran poeta.
Ernesto Kahan
EXCELENTE QUERIDA POETA. ME TRANSPORTA A LOS TAMBORES QUE ANUNCIAN AVANCE O RETIRADA. GRACIAS
Otro de los comentarios que significa mucho por tu calidad de poeta y persona valiente.
Un abrazo Pablo.