Miles de empresas se han sumado en España a la iniciativa #Estonotienequeparar, un movimiento que busca perdurar una vez que termine la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, “con el fin de que la unión de estas compañías y sectores sea clave para ser proactivos ante futuras dificultades en la economía empresarial”. La campaña tiene un segundo hasgtag: #Estopasará. La iniciativa está poniendo en valor el compromiso de las empresas en la lucha contra la pandemia, por un lado, y en el cuidado de sus personas, por otro. Es la expresión de una gran ola solidaria que aspira a convertir en estructural lo que hoy es coyuntural.
La crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 pasará, aunque dejará un rastro de muerte y dolor. Pasará como pasaron otras pestes, entre otras la mal llamada “gripe española” acontecida en la segunda década del siglo XX, que mató a entre un 2% y un 4% de los habitantes del mundo. Pasará y con ella se irán algunos gobernantes cuya irresponsabilidad solo es comparable a su soberbia. Pasará y nos dejará recuperar la vida de antes, que ya no podrá ser igual porque habremos de aprender de la experiencia.
La pandemia pasará y entonces la naturaleza volverá a sentir el impacto de toda la capacidad depredadora y consumista de la que el ser humano es capaz. Y mientras apelamos a la solidaridad seguiremos perdiendo superficie de selva tropical equivalente a un campo de fútbol cada seis segundos, cada minuto morirán en el mundo 13 personas como consecuencia de la contaminación atmosférica, cada hora produciremos 239.000 toneladas de basura (de las que el 30% simplemente se acumulan) y cada día se extinguirán 150 especies animales.
Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, no podemos pensar que #Estopasará. Y, al contrario de lo que ocurre con la solidaridad, que ojalá no se detenga una vez que el virus se aletargue, #Estotienequeparar. No es sostenible que sigamos consumiendo más Planetas (sí, más de uno) del que somos capaces de regenerar. No hay excusa, no cabe demora, no existe atenuante… la Tierra es nuestro único hogar y, como bien dice el divulgador David Attenborough, “el mundo natural es la mayor fuente de excitación; la mayor fuente de belleza visual; la mayor fuente de interés intelectual. Es la mayor fuente de tanto en la vida que vale la pena vivir”.
Muy acertado, vienen muchos desafíos y el controlar sobrepoblación, basuras fomentar reciclados como industrias serias y lograr obsolescencias tardías (productos que al menos duren cinco años antes de ser reemplazados(, forestación y otras medidas son claves, aunque implica cambiar total el viejo concepto fe “progreso”.
Tenemos que cambiar nuestro modelo de consumo, pero no será fácil porque está anclado en el egoísmo, que es uno de los grandes motores del individuo. Aunque, como dice el refrán, a la fuerza ahorcan.
Gracias por tu contribución, María del Pilar.