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Llevo esta escribanía entre los huesos
Como en los húmeros tengo este oficio de escribir
Un tanto frío, musculoso, estéril
Y sin embargo lo llevo con la gloria anatómica que habla
De mí y los otros.
De dios, o lo que es lo mismo eternamente.
Y este viaje,
esta pregunta, esta ruta profetizada por quién sabe
Si el aguacero, las semillas en cónclave, el rumor de la brisa,
Quién sabe, a veces se manifiesta en susurros.
A veces,
como en el blanco mantel de un ángel
una puerta me llama
Y hay una luz que escribe por mí en los muros celestes
Lo que no logré decir con los signos de los signos.
Soy carne de letra indisoluble. Secreto silencio,
Por lo tanto.

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