Cisma
Perdida de mí, nacida en la muerte de una noche anidada en el pozo sin agua, en el lodo del pozo
regreso hoy en el reflejo de la mirada
El pudor me invade, me veo en mi verdad, ofendo la mentira de mi existencia, la atroz y profunda mentira de mi existencia, destrozo mis máscaras, horado mis fantasmas y me veo en el rostro que sólo conoce el espejo de las tres puntas.
Destruyo mis mitos, fuerzo mis puertas, rompo mis cadenas y me lanzo a la angustia del no ser.
Espejo de las tres puntas quién soy, la imitación de un paradigma, la enemiga de la odiada, la asesina de mí, o soy acaso el despojo de una guerra, el fracaso de una lucha, el imaginario de una utopía, el amor del desamor, la mortal verdad de la muerte sin retorno.
Desgarrada, la cisura del duelo cual cicatriz doliente,
me refleja.