Compartir

La mujer que nació en el valle de Elqui bajo el nombre de Lucila Godoy Alcayaga, es una fuente inagotable de descubrimientos, sabiduría, sorpresas y profundidades que cada cierto tiempo nos remecen.

Sin lugar a dudas, Gabriela Mistral es nuestra más destacada artista e intelectual. Su poesía nos presenta una América mestiza, pobre, llena de contradicciones, una voz nueva que lleva al castellano una poderosa brisa desde el sur del mundo y que nos descubre una perspectiva novedosa sobre la situación de la mujer, los niños, los indios, los pobres.

La poesía de Mistral es tan potente y estremecedora que nubla su otra arista intelectual: la de su lúcida prosa, que va tratando problemáticas diversas, todas orientadas a ideales humanistas y que valoran el aporte de estos nuevos pueblos, surgidos del mestizaje español y amerindio. En esta prosa se puede advertir su visión crítica sobre la realidad social, política, económica y cultural de América y del mundo.

Gabriela Mistral fue una mujer absolutamente comprometida con su tiempo, que no rehuyó jamás el debate y la discusión. El planteamiento claro de su pensamiento le acarreó muchos problemas, lo mismo que su personal trayectoria: maestra sin título, poeta con voz propia, católica crítica de su Iglesia conservadora, mujer defensora de su género, luchadora por la educación pública, promotora de los derechos de los niños y niñas, demócrata en un mundo de autoritarios, amante en un paisaje de antifaces.

No obstante lo anterior, ella, grande para todo, supo mantener una intimidad silenciosa y una búsqueda espiritual intensa y cuestionadora.

Editorial La Pollera (bendito y bello nombre), nos ha regalado un libro llamado, poéticamente, “Toda culpa es un misterio”, que es una apología mística y religiosa de Gabriela Mistral.

El trabajo de Diego del Pozo es una delicada selección de cartas, discursos y anotaciones personales de Gabriela Mistral que dan luces sobre el viaje espiritual de nuestra Premio Nobel, desde su catolicismo duro y austero de pueblo equino pasando por su mirada crítica sobre el conservadurismo eclesiástico, su enamoramiento de San Francisco de Asís, sus devaneos con la teosofía, el hinduismo y el budismo y su eterno retorno al catolicismo, con tintes sociales, que le hizo admirar a figuras como Alberto Hurtado Cruchaga y otros.

Es un deleite no sólo leer su prosa, tan diáfana y certera, sino que las honduras morales y filosóficas de su recorrido.

A Gabriela Mistral no se le termina, aún, de descubrir en la inmensidad de su legado y en la entrañable devoción que tuvo por todo lo que conoció y creo.

La estatura moral e intelectual de su aporte todavía no termina de ser valorada por el país.

Persiste en algunos una curiosa animadversión por Gabriela Mistral, que sólo se explica por la pequeñez de quienes no le perdonan su espíritu crítico y rebelde.  Recuerdo que no hace mucho se trató de cambiar el nombre del Aeropuerto de La Serena, por el de la poetisa, pero hubo poderosas voces en contra, entre ellas la de la viuda del ex presidente Gabriel González Videla, que al parecer no olvidó que la Premio Nobel fue crítica de la gestión de dicho mandatario.

También tenemos, en contrario, una curiosa apropiación cultural de la figura de Mistral, esta vez desde la izquierda. Se la muestra como una feminista radical, situación que no se condice con su personalidad, trayectoria y escritos.

Los últimos eventos en torno a la figura de Gabriela Mistral se refieren ala idea de renombrar a la actual Plaza Baquedano con el nombre de la elquina universal, en un esfuerzo por dotar de un nombre de consenso a dicho centro neurálgico de la confrontación y la protesta. Los que proponen la idea, con las mejores intenciones, quizás olvidan que Gabriela Mistral siempre despreció esos homenajes.

Mural Educación Centro Cultural Gabriela Mistral
Mural Educación Centro Cultural Gabriela Mistral

No obstante, la vigencia de Gabriela Mistral está cada vez más presente.

En días de cancelación cultural, la potente figura de la chilena más universal se mantiene incólume y sigue creciendo.

Compartir

3 Comentarios sobre “Vigencia de Gabriela Mistral

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *