Intentar comentar el libro Ángelos, de Mauricio Tolosa, me ha llevado varios días para encontrar las palabras que se aproximen a la gran belleza y sabiduría expresada en sus páginas y aun no sé si lo he logrado.
El colibrí mágico de su portada, dorado y con alas extendidas, fue para mí el símbolo de las alas más allá de lo tangible.”Los ángeles no pueden entrar en un corazón clausurado”, nos dice el autor, invitándonos a olvidar para “ser y sentir” fuera del camino.
“Para encontrar un ángel, primero olvida lo que sabes” así comienza este maravilloso libro, que trae en sus páginas vivencias y revelaciones de un mundo misterioso al que somos llamados a conocer.
Es un regalo creativo que cautiva los sentidos con sus páginas doradas y de papel de ángel que al doblarse despliegan una tenue brisa, como un abrazo alado. Las imágenes de distintas culturas y en diferentes tiempos, captadas por una mirada vigilante del momento preciso, nos brinda sus transparentes esencias, que nos lleva a pensar en una sola humanidad y un solo mundo, todos inmersos en el misterio de una existencia superior que invade lo cotidiano y lo hace brillante, cualesquiera sean las circunstancias: “Los ángeles hablan en todos los idiomas pero sin palabras”
“En verano los ángeles, hacen pasar arroyos frescos, entre las hojas de los álamos”, “Los ángeles cultivan las estrellas, en las flores del cerezo” son dos de los profundos versos que expresan la riqueza poética de este cautivador libro.
Gracias a Mauricio Tolosa por su gran “Ángelos”, una invitación a aprender a mirar más allá.