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En todas las capitales de Latinoamérica existe alguna calle llamada “Independencia”. Ancha o angosta; corta o larga, fea o bonita, su objetivo es recordar a los ciudadanos que hubo un antes y un después. Una difícil jornada desde la condición dependiente hasta la autonomía. En Chile, durante los comicios para elegir a los representantes de la Asamblea Constituyente del 16 y 17 de Mayo, los independientes marcaron un hito. De los 155 elegidos para redactar una nueva Constitución, un tercio no tiene figuración en algún partido político. Otros, aprovechando el desplome de los partidos, ya se están “sacudiendo” las etiquetas de sus “auspiciadores”.

En Santiago, la avenida Independencia es una arteria simbólica. Situada en la zona norte, fue llamada el “Camino de Chile” por ser la ruta obligada de quienes cruzaban la cordillera de los Andes. Durante la colonia, asumió el apodo de “La Cañadilla”, puesto que llevaba a la Cañada y a la Chimba, los sectores campesinos, mulatos e indígenas de la urbe. Encopetados caballeros de peluca atravesaban de incógnito el puente de Cal y Canto para ir a las casas de remolienda, bailar cueca, apostar a los gallos y comer picante. La senda “al pecado” asumió su actual nombre al conmemorar  la batalla de Chacabuco de 1817. Aquel 12 de febrero, los ejércitos patriotas dirigidos por José de San Martín y Bernardo O’Higgins, dieron la estocada final a los realistas y regresaron a celebrar por el Camino de Chile.

La historia indica que la euforia de cortar cadenas puede ser tan breve como aquella Patria Nueva. Por cada paso dado, hay uno de retroceso. Asumir las responsabilidades del propio destino es una verdad  dolorosa. Conlleva éxitos y fracasos. Negociar entre las delirantes expectativas y las austeras realidades es una de sus claves. En Netflix, las series “Bolívar” (Juana Uribe, Colombia) y “El último bastión” (María Luisa y Eduardo Adrianzén, Perú), dan cuenta de los horrores, heroísmos, dramas, caídas, disputas, hambrunas, fusilamientos, alegrías y tristezas de construir una institucionalidad. Entonces, uno de los grandes debates ciudadanos fue la Carta Fundamental. Analizar las direcciones de la autoridad ejecutiva, legislativa y jurídica; el oscuro deseo del poder absoluto y las libertades fueron temas que finalizaron con varios constituyentes en la cárcel o en la horca.

Puente de Cal y Canto

El paso a la adultez

Para el individuo, la independencia coincide con el paso a la adultez. Muchas culturas desarrollaron ceremonias destinadas a reconocer al niño/ña como un ciudadano pleno, con derechos y deberes. Hubo tiempos en que los varones cambiaban sus pantalones cortos por largos y sus  mayores se encargaban de llevarlos al burdel. Para las niñas, la llegada de la menstruación significaba el adiós a las trenzas y el asumir tacones y complicadas modas femeninas. Por supuesto, el matrimonio era el tema recurrente para ambos. Aunque los tiempos han cambiado y la edad de la adultez legal es a los 18 años, todo padre sabe que la verdadera independencia de un hijo comienza cuando encuentra un empleo, se va de la casa y se convierte en autosuficiente. No bastan los 18 años para contar con un “diploma de madurez”. Es necesario demostrar disciplina, capacidad de tomar decisiones, asumir riesgos, aceptar los fracasos y seguir adelante. Es la habilidad de liberarse de la tutela parental, ganarse la vida y construir el propio destino. Hoy, cerca de los treinta años la mayoría de los jóvenes consolida su adultez. Otros, nunca la consiguen.

El desafío por delante

Otra de las características de la avenida Independencia es que une a otras dos comunas: Conchalí y Santiago. Ambas, plenas de historia, raíces y tradición. La vieja Chimba dio paso a fábricas, poblaciones obreras y barrios “de luces antiguas y gente amable” (al decir del poeta-cantante, Mauricio Redolés). Si caminamos por Independencia podemos encontrar la diversidad colorida; los aromas frutales de La Vega Central. También, podemos perdernos entre los pétalos festivos de la Pérgola de las Flores. El voceo cantarín de las vendedoras y sus arreglos para “muertos”, nos harán recordar que el Cementerio General es otro de los destinos de avenida Independencia. Un remezón  sobre la fragilidad de los sueños humanos.  Más abajo, hay iglesias, talleres mecánicos, pequeñas tiendas, pizzerías, comida china y “completos al paso”. ¡Tanta vida circula por Independencia!.

Aunque sus puentes oficiales son Loreto y Pío Nono, lo cierto es que existió uno, cuyo fantasma es el símbolo de nuestro pasado. Se trata del mencionado Cal y Canto, construido por los presos y esclavos, con cemento, piedra y claras de huevos. Era el único paso hacia el  norte y sobre él funcionaba un mercadito. Los santiaguinos de 1888 lloraron cuando aquella obra cayó bajo la dinamita. Un mal trabajo de ingeniería en los tajamares del río debilitó uno de sus cimientos y no resistió el temporal. Este patrimonio, irremediablemente perdido, fue durante décadas el logo del Colegio de Arquitectos de Santiago. Hasta la fecha, es un recordatorio de nuestra criolla ignorancia, siempre dispuesta a demoler, poco dada a construir y fascinada por las imitaciones.

Así, el gran desafío de los independientes y de los 155 miembros de la Asamblea Constituyente será caminar por la avenida del estudio, las propuestas y el diálogo. Tienen la responsabilidad de cargar sobre sus hombros la representación del 78% que votó “Apruebo”, aquel 25 de octubre del 2020. Los independientes no pueden apelar a que “la ciudadanía fue manipulada” para cambiar las reglas del juego a su antojo. Los infantilismos no corren en una mesa constituyente. A lo largo de la avenida Independencia hay muchas plazas y edificios. Lo que ciertamente no hay son castillos de Disneylandia para niños mimados.

 

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10 Comentarios sobre “Avenida Independencia y los constituyentes 2021

  1. Buenísimo el relato de la avenida ( y concepto) Independencia. Independencia psicológica, histórica, y política.

    Hermosa síntesis del pasado y presente.

    Felicitaciones 👏

  2. Querida Pilar:
    Brillante articulo el que hiciste!
    Entre otra cosas refleja la falta de cultura y educacion politica, patriotismo e historia de los chilenos que perdió un verdadero estudio autóctono del país a medida del tiempo.
    Te feliciyo por la hermosa sintesis hechs.

  3. Una preclara y poética reflexión tuya María del Pilar. Ya te lo he dicho otras veces, tu pluma es notable!

    Independientes entiendo yo, que no neutrales ni asépticos, son todos aquellos como la mayoría de los chilenos que no militan ni se identifican con partidos políticos, ni han tenido una carrera política “profesional”.
    La irrupción de éstos en las últimas elecciones es una gran noticia y una brisa de aire fresco.

    Un abrazo a la distancia estimada amiga.

  4. Visceral análisis del espíritu independentista expresado por la comunidad nacional en nuestra historia reciente. Muy diferente a la acotadísima de los tiempos que precedieron a la República a principios del siglo diecinueve, en que la visión de Estado estuvo limitada a la de los pocos “notables” de la época. Era la visión de pocos para el bien de todos, y como suele ocurrir cuando son pocos los puntos de vista sobre cuestiones fundamentales, el bien resultante no satisface la totalidad de las necesidades universales. En la historia de la constitucionalidad de la República esta visión acotada de la élite política detentadora del poder se ha repetido siempre, y hoy se produce una inflexión en la que los papeles ofrecen un cambio radical en la estrategia para definir el supra marco estatutario que nos deberá normar como Estado en las próximas generaciones. Al menos, eso es lo que se anhela y se espera que suceda, para afirmar que el concepto de “independencia” no se define por lo que dadivosamente se nos concede, sino por lo que participativamente y por conquista mayoritaria mereceremos.

    1. Así es. Un gran desafío ciudadano, donde la madurez y el diálogo para cumplir metas serán la clave. El pasado siempre es la base, porque toda independencia está siempre en construcción. Gracias.

  5. Felicitaciones, muy buena reseña de la calle Indepencia y de lo que significa independizarse de forma social, afectiva y ahora politica. Como dice una canción “experiencia y juventud” se unan en este momento histórico de la redacción de una nueva constitucion, con la sabiduria que da la independencia y autonomia.

    1. Gracias Ana Rosa. Se trata de una oportunidad histórica que no puede “farrearse” por peleas internas o protagonismos.

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