Compartir

A veces escribimos para grabarnos en la piel las historias que no queremos olvidar. Otras, escribimos para ser parte de una historia colectiva que sabes perdurará. Pero en algunas ocasiones escribimos simplemente por el placer de ser parte de un presente vivo.

El sol de solsticio de invierno, y su triunfal retorno de la luz, acompañó a las y los constituyentes cuando comenzaron a llegar al ex Congreso Nacional. Desde el azul del Wallmapu y desde los otros puntos cardinales confluyeron los colores para transformar los modos binominales, el pensamiento binario y refundar un Chile que sufre por no reconocer su pluriculturalidad.

La gran mayoría de las chilenas y chilenos entendimos poco o nada del inicio del discurso en mapudungun de Elisa Loncón Antileo, pero nos emocionó. La primera presidenta de la Convención Constitucional sabe de lenguaje y no lo digo por sus logros académicos como doctora en humanidades y lingüista, sino porque instala símbolos desde donde podemos construir nuevas realidades.

Cuando Loncón fue elegida en segunda votación por 96 de los 155 votos, extendió la Wenufoye (bandera Mapuche) y su Trapelacucha (collar mapuche) brillaba sobre su blusa azul radiante. Luego avanzó hacia el estrado acompañada de la machi Francisca Linconao quien agitaba ramas de canelo sagrado. Dicen que bajo el canelo solo se habla con la verdad, tal vez por eso su saludo en mapudungun nos recordó que en la lengua habita el alma de un pueblo y defenderlo es fundamental para preservar la vida. No por casualidad, Elisa afirma que la nueva constitución debe garantizar los derechos lingüísticos de las naciones originarias.

“Es histórico” se comentaba en redes sociales relevando lo significativo de que la presidencia sea para Elisa Loncón quien ocupa uno de los 17 escaños reservados para los pueblos originarios en esta Convención con paridad de género. Al asumir este nuevo cargo, probablemente el más importante en el mundo político actual, lo hizo honrando el ser mujer y mapuche. Así como con Michelle Bachelet se abrió el camino en el que las mujeres podíamos ser presidentas, Elisa Loncón rompió muros y techos de cristal para que fluyan los aportes desde otras cosmovisiones. Imposible olvidar que Chile es uno de los pocos países de América Latina que carece de un reconocimiento explícito de los pueblos indígenas en su Constitución.

Su elección instala un nuevo imaginario de lo posible e incluye una interpelación poderosa: “Todos juntos vamos a refundar este Chile”. Y para ese volver a fundar convoca al pueblo diverso, compuesto por mujeres, niñes, diversidad sexual, lamngen de todas las regiones y pueblos. Todos somos llamados a “ampliar la democracia”.

Ese refundar tiene raíces profundas porque está en comunión con la naturaleza y se plasma en el “zomo newen” que es la fuerza de la mujer y la fuerza femenina de la tierra. Por eso, Elisa Loncón también habló de cuidar a la Madre Tierra. Resonar armónico con el mensaje de más de 150 organizaciones de la sociedad civil que instaron a las y los constituyentes a redactar una Constitución Ecológica. En un inserto en la prensa afirmaron: “las comunidades expuestas a la contaminación y degradación ambiental producida por las industrias minera, salmonera, agrícola, energética y forestal, demandan un cambio radical al modelo de desarrollo para lograr un buen vivir”.

Después de casi nueve horas de trabajo, comenzó el frío y había luz artificial tenue, pero justo antes de terminar la sesión, la presidenta envió otra señal: pidió un minuto de silencio por los muertos. 60 hondos segundos para recordar a los muertos de los 500 años, las víctimas por feminicidio, los asesinados por la dictadura y a los muertos en la revuelta.

Elisa dijo que estaba viviendo era el sueño de nuestros antepasados, un sueño hecho realidad en que era posible establecer una nueva relación. Sigamos soñando lindo, en grande y amoroso hasta que vivamos una realidad compartida que nutra la paz.

Compartir

3 Comentarios sobre “Suéñalo hasta que sea realidad

  1. Me gusta la reflexión. Pero hay que decir que en Perú, Bolivia, Paraguay, Ecuador, México y otros paises, se habla la lengua de los pueblos originarios y se enseña como ramo en la educación… Nosotros enseñamos inglés y otros idiomas como alternativos, pero nada del mapuche y hasta existe desprecio, como lo hizo notar una constituyente, filosofa y teologa al mencionar de show.un acto de apertura y los demócratas de sus compañeros, callaron.. Es tanto que cuando se habla de la Independencia, se reconoce el 18 de Septiembre, en consecuencia que fue muchos años antes con héroes como Lautaro, Caupolican, Galvarino y mujeres como Guacolda, Tegualda, Fresia, etc… Pienso que lo que ha hecho Elisa Loncon, es un acto de independencia, que es reivindicar su historia, nuestra historia. Felicitacciones por la refelexión

  2. Gracias vic!! Que buena reflexión, soñarlo hasta q sea real, 500 años que parecían eternos en injusticias para el pueblo mapuche, tendremos la oportunidad de compartir la sabiduría de nuestros hermanos, llevarla a nuestros hogares♥️

Responder a Adio Hernán Velasquez Vera Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *