Compartir

“Con Annie Ernaux todas las mujeres hemos recibido el Nobel”; ” No hay duda alguna, es un Nobel a las mujeres”; leí ambas opiniones en las redes sociales, no recuerdo cuál de ellas, pero no importa. Me parece que más importante es que ambas  resumen de manera muy nítida una de las particularidades más importantes de la narrativa de esta autora francesa: logra que sus lectoras se reconozcan y se vean reflejadas en sus historias, aparentemente comunes; las debilidades y vulnerabilidad de nosotras las mujeres frente al peso del machismo y la dominación masculina,  la desigualdad y exclusión, según la procedencia familiar, el deber ser y las vicisitudes de búsqueda de felicidad, amor, desamor, sexo, familia,  la inercia de  las obligaciones al interior del matrimonio, la maternidad y diversos roles sociales asignados y condicionantes sociales; lo íntimo y lo político que nos conecta y construye la memoria colectiva.

Annie Ernaux, 82 años, académica, autora de una veintena de libros, es la primera mujer francesa premiada con un Nobel de Literatura (2022). La academia sueca ha distinguido al conjunto de su obra “por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, las distancias y las limitaciones colectivas de la memoria personal”. El panel agregó en su informe “por su obra intransigente de cinco décadas que explora una vida marcada por grandes disparidades en cuanto a género, idioma y clase”.   Se trata – como ella misma ha dicho – un formato de “autobiografía impersonal”, “autoficción”, según sus propias palabras.

El 6 de octubre de 2022, día que se conoció  la noticia, estando en Francia, constaté como dicha nominación sacudió al país entero. Mientras los reporteros desplegaban sus cámaras y micrófonos en su búsqueda por el pueblo rural cercano a París, dónde reside, el presidente, Emmanuel Macron, la felicitaba y dijo que era una voz representante de “la libertad de las mujeres y los olvidados del siglo”.  El mundo de los escritores y las editoriales reconocían su trayectoria, su discurso, estilo y los premios que le han otorgado, entre ellos, “Formentor de las Letras” (2019)  por su “implacable ejercicio de veracidad que penetra los más íntimos recovecos de la conciencia”.  Los sectores más conservadores, un tanto incomodos por su narrativa feminista que rompe moldes y esquemas tradicionales, comentaron que se había premiado a “una maestra que escribe sobre sí misma y sin adornos”, “una escritura femenina y de autocompasión por su origen social humilde”. “Demasiado poco literaria”, decían otros, situando su obra más bien en crónicas simples de la vida cotidiana de una mujer que expone su vida y la de su entorno más inmediato.

A mediados de octubre (2022), siempre en Francia,  visité la Biblioteca Pública de Hericy, pueblo rural localizado en las cercanías de París. Allí, encontré sobre una mesa el libro “Écrire la vie” (Escribir la vida), una publicación que reúne sus obras completas al año 2011.  Fue mi primer acercamiento. Hasta ahora no la conocía, no había leído nada de ella. Me llamó la atención  el álbum de fotografías  que conformaban el primer capítulo. Se trata de un set de fotos que dejan ver el paso de los años, diversas fases y épocas de su vida (niña junto a sus padres y una de sus abuelas,  en la escuela, adolescencia y etapa juvenil, su marido y sus dos hijos cuando pequeños y adultos, ella misma convertida en abuela junto a sus nietos y sus viajes.)  Según he podido constatar,   sus libros incluyen sus fotos de corte familiar y o de personas cercanas, de acuerdo a la época que  sitúa el relato.  De hecho, también tiene un libro llamado “El uso de la foto”; un esfuerzo por documentar y dejar constancia de los instantes que no se repiten ni se repetirán. “No me basta con vivir, por ello escribo”, “Ver para escribir es ver de otra manera”, dijo en una reciente entrevista.

Por ahí leí que para adentrarse y comprender su recorrido literario hay que empezar por el libro “El Lugar” (1983) que aborda su hogar de infancia en un entorno rural y de cómo cambia  la percepción en la medida que nos alejamos de los lugares que hemos habitado. Yo,  empecé con el libro titulado “Perderse” ( 2001), un diario de vida  que relata una historia de amor con un  amante, más joven que ella, un diplomático ruso del período de la pre- perestroika, las eternas esperas y de cómo su ausencia la paraliza y domina casi al punto de perder la cabeza. En “La mujer helada” (1981),  describe su hogar de padres obreros, su infancia provinciana  en un pueblo de la Normandía,  la Francia periférica como le llaman a los pueblos rurales cercanos a París y en “El Acontecimiento” relata las consecuencias y efectos, tras un aborto clandestino en los años anteriores a la píldora anticonceptiva; una historia que fue llevada al cine, obteniendo el León de Oro en la Mostra de Venecia (2021).

Y ya que hablamos sobre desigualdades entre hombres y mujeres, no puedo dejar de mencionar que  esta desigualdad también se expresa en los Nobel. Annie Ernaux es la decimoséptima mujer que logra un Nobel de Literatura y en lo que va de los 120 años de historia de este reconocimiento, solo 60 mujeres han sido galardonadas de los más de 900 premiados, es decir, apenas un 6 por ciento.

Finalizo este comentario con el siguiente fragmento tomado del libro “Pura Pasión” (1993), un texto que recorrió las redes sociales apenas se conoció la noticia del Nobel  de Literatura 2022: “Desde septiembre del año pasado no he hecho otra cosa que esperar a un hombre, he estado esperando que me llamara y que viniera a verme, iba al supermercado, al cine, llevaba la ropa a la lavandería, leía, corregía exámenes, actuaba exactamente igual que antes, pero si no hubiera tenido la costumbre de hacer estas cosas, me habría resultado imposible, salvo a costa de un esfuerzo aterrador…”

Myriam Carmen Pinto en Francia/ noviembre 2022

Fotografías tomadas del libro “Escribir la Vida”.

Compartir

Alguien comentó sobre “Escritura: memoria personal y colectiva

Responder a crowdfunding personal Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *