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Gobernar viene del griego kybernán, que significa manejar el timón del barco para conducirlo hacia el rumbo deseado. Aplicado a la comunicación sería como liderar un barco en el que la tripulación y los pasajeros son personas y comunidades diversas a las que tenemos que escuchar, conocer y respetar, y a las que anhelamos integrar tomando en cuenta sus culturas, intereses y objetivos, creando acuerdos y situaciones que hagan más felices y mejores a todos los navegantes —permanentes y ocasionales— y también a aquellas poblaciones con que se encuentren durante el viaje.

Comunicándonos construimos el mundo.

A través de la convivencia las comunidades crean acuerdos tácitos y explícitos que constituyen mundos compartidos y maneras de habitarlos que definen en gran medida las posibilidades de realización de las personas que las constituyen. La interacción de miradas y experiencias diferentes hace que esos mundos sean siempre más amplios y ricos que aquellos de cada miembro por separado.

Siempre comunicamos.

Las relaciones comunicativas suceden entre personas completamente distintas unas de otras, en cuanto sus desarrollos de vida y su identidad presente, pero que comparten toda la historia común de la humanidad, desde los primeros gestos y palabras que nos separaron del mundo natural y al mismo tiempo nos unieron indisolublemente con todos los seres de nuestra especie. Esas relaciones atañen siempre los ámbitos narrativos, emocionales y conductuales que forman la comunicación humana.

Somos lo que comunicamos.

Las comunidades y los mundos que habitan están en permanente cambio, creando nuevas configuraciones internas, con otras comunidades y con las tramas comunicativas que las envuelven. La intensidad de esos cambios puede producir desacoples narrativos, emocionales o conductuales o una mezcla de ellos que derivan en insatisfacciones, conflictos y crisis que pueden incluso poner en riesgo la sobrevivencia de una comunidad.

Vivimos en la comunicación.

El gobierno del barco debe cuidarse durante todo el viaje y no solo en el momento del embarque o del zarpe. Gobernar la comunicación es preservación y cambio, velando siempre por cuidar la relación con el entorno y porque las dimensiones narrativas, emocionales y conductuales estén alineadas. Gobernar la comunicación requiere enriquecer y revitalizar continuamente las comunidades que cuidamos y los mundos que ellas habitan.

Creemos comunidad: en Twitter @mautolosa y en Facebook

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