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Tiago Rodrigues – escritor, actor, director, escenógrafo- vino a Chile en el marco del Festival Santiago a Mil presentando la obra By heart, que desde su estreno en Portugal en 2014 se ha montado en Alemania, Austria, Grecia, España, Francia, Noruega, Uruguay,  Suiza, Israel  -entre otros países- en distintos idiomas y con gran éxito. By heart, según explica en la obra Rodrigues, textualmente significa de memoria, pero tiene una acepción que él prefiere: “de corazón”  o “ de cor” en portugués. Y sobre esa premisa construyó el texto que presenta y dirige.

Rodrigues ha sido considerado la gran carta del teatro portugués; un provocador,  “un constructor de puentes entre ciudades y países, a la vez anfitrión y defensor de un teatro vivo” . Así, los reconocimientos no le han faltado; en 2018  recibió el XV Premio de Europa Realidades Teatrales y en 2019, el Premio Pessoa.  Antes, en 2016, el Teatro de la Bastilla, en París, le entregó las llaves para que realizara una ocupación artística presentando entonces una muy personal visión, de Madame Bovary, de Gustave Flaubert.

“Desde que comenzó como actor, hace 20 años, Tiago Rodrigues siempre ha considerado el teatro como una asamblea humana: un lugar donde las personas se encuentran(…)” dijeron sobre él en Fabula mundi, proyecto de cooperación entre teatros, festivales y organizaciones culturales de diez países de la Unión Europea para la promoción de la dramaturgia contemporánea. Eso es lo que mostró en parte el creador portugués en su breve paso por Chile. 

Dimensiones de la memoria

La memoria tiene una dimensión íntima, del recuerdo personal, y una colectiva. Tiago Rodrigues explora ambas, tocando distintas teclas y yendo desde lo que pareciera ser festivo (cada público reaccionará a su modo) hasta la conmoción más profunda, sea esta alimentada por un contexto o una vivencia personal, como puede ser la pérdida de la visión o la memoria.. En nuestro caso es imposible no encontrar resonancias, ya sea por el episodio de los libros quemados, que el autor recuerda citando un texto de Farenheit 451, de Ray Bradbury ,  el de la censura a la libre expresión ( Boris Pasternak).

By heart se alimenta de lo íntimo y de lo colectivo, pero tiene como punto de partida el deseo de Cándida, la abuela de Rodrigues, de aprenderse un libro para poder repasarlo en su memoria antes de que la pérdida progresiva de la vista le impida leer. El autor, quien reconoce alimentarse de textos de grandes autores para reescribirlos, nos cuenta en la obra como en distintas épocas diferentes escritores han enfrentado episodios en que se ha querido secuestrar la palabra. Del mismo modo emprende la tarea de sensibilizar acerca de la importancia de la memoria y de ejercer lo que llama un teatro más democrático haciendo participar al público en la obra.

En cada montaje, el director  pide a diez personas del público que lo acompañen en un recorrido literario al cabo del cual deberán aprender los versos del soneto 30 de W. Shakespeare, el elegido por él para responder  al pedido de su abuela; tendrán que hacerlo  desde el corazón  primero individualmente y luego en colectivo, porque es la forma de asegurar la persistencia de la palabra más allá de toda contingencia.

Presas de caza

Rodrigues presentó By Heart en Santiago y en Valparaíso en cuatro funciones. En Valparaíso, el miércoles 15 de enero, un público de más de 200 personas que llenaron la sala de teatro del Parque Cultural (PCdV) asistió conmovido y silencioso.  El viernes 17 , dialogó con los asistentes a la segunda función en Santiago en la sala Finis Terrae al término de la presentación. Allí contó la historia de su abuela nonagenaria que sin haber cursado más que la educación básica siguió siendo una ávida lectora en el tiempo libre que le dejaban sus tareas de cocinera, en el negocio que montó con su abuelo en un pueblo del interior: Tras-Os-Montes. Escuchó el testimonio de un oftamólogo que había atendido unos cuantos heridos por balines desde que comenzó el estallido social y el de un joven espectador conmovido por la obra. Compartió su pensamiento sobre las experiencias oídas sobre dictaduras: la de su país que no conoció (porque nació después de la Revolución de los claveles de 1975) y la de Chile, comentada por la joven escritora que moderó el diálogo. Se refirió a los autores elegidos para la dramaturgia de By heart (Pasternak, Bradbury) cuyos textos sostienen la tesis de la necesidad de resguardar la memoria, los libros, las palabras.  Cercano, lúdico, interesado, intercambió opiniones y hasta respondió una pregunta acerca de la eutanasia, quedando claro que para él la dignidad está ante todo.

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( Foto archivo,  Magda Bizarro)

Nacido en Lisboa en 1977, de su padre periodista heredó la afición por la escritura.  Además de actuar y escribir obras de teatro (alrededor de 30 piezas) ha hecho guiones para televisión y cine.

“Me parece que, políticamente, la memoria es fundamental en nuestros días. Especialmente, para países como Portugal o España, con una historia reciente de largas dictaduras, de opresión, de censura… Es fundamental en una Europa en la que los extremismos de derechas, los populismos, los nuevos fascismos, están amenazando a la democracia” dijo en una entrevista que le hicieron el año pasado en El Mundo de España. Y lo repitió acá en una breve conversación informal, en la que hablamos de la connotación del tema de la quema de libros en Farenheit y los mensajes en los muros de Santiago, que se dio tiempo para fotografiar.

En el diálogo con el público en la sala de la Universidad Finis Terrae comentó que en la época actual somos cada vez más “presas de caza” alertando sobre las múltiples amenazas que se ciernen sobre las personas atrapadas en mallas cuya trama se construye entre otras cosas con las tentaciones del individualismo o el abandono de las palabras.  Esta es la orfandad que ha buscado romper y enfatizando el valor de lo colectivo subrayado al finalizar la puesta en escena con un acto de comunión con los improvisados actores y el público.

 

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