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“Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos.
El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos.

La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.”

 Charles Chaplin-

Nuestros nuevos viejos tiempos

Vivimos en tiempos de descarnada crueldad, y la universidad es sólo el reflejo de aquella realidad globalizante y alienante provocada por los capitalismos, imperialismos y machismos estructurales. En definitiva se han conjugado Estado y Mercado a través del conservadurismo para mantenernos en un  eterno letargo.

Nuestra mal llamada sociedad chilena, vive aún regida por una constitución dictatorial e ilegítima que consagra las privatizaciones de todos los derechos, que tan bien han sabido aprovechar los sectores tradicionales de diestra y siniestra. Nueva mayoría o Concertación, el modelo que defiende Bachelet lo instauró Jaime Guzmán, Milton Friedman y Pinochet apunta de asesinatos, desapariciones y torturas. Hoy los apuntamos con el dedo a ustedes señores Aylwin, Frei, Lagos, como dicen en la calle, tienen la misma billetera que Piñera, Hinzpeter, Chadwick. Esa misma con la que compran instituciones de educación, bien lo saben Lavín, Provoste, Arrate, Marambio y tantos otros.

De la educación en general a la movilización general

Llamemos a mantener la cordura y la coherencia, aprendamos de la memoria histórica mirando también hacia el futuro, entendiendo nuestro presente de lucha tengamos la convicción de vencer, nunca más hay que ceder.

Reconozcamos al escenario actual como antidemocrático, capitalista y machista, características de la mala educación chilena que hemos develado todos y todas quienes hemos sistemáticamente; con creatividad y sin descanso; demostrando las contradicciones de esta realidad impuesta por el mercado imperialista que los gobiernos perpetuadores del sistema neoliberal mantienen vigente y actualizado. Cayeron todas las instituciones[1] de educación en  una contradicción política: la educación es un negocio.

Los estudiantes tenemos un rol que jugar en la sociedad, un rol de articulación, seamos nosotrxs los encargadxs de sumar a lxs funcionarixs que son la matriz de toda casa de estudios, convoquemos a lxs docentes a posicionarse sobre el acontecer político de nuestras realidades educativas. Emplacemos a todas nuestras autoridades sobre el rol que cumple la educación en sociedad.

Marchemos, pero marchemos todxs quienes tengamos un proyecto de educación distinto y democrático, busquemos la forma de ejercer lo que en el discurso dirigencial predicamos: Pluriestamentalidad, para multisectorialidad, multisectorialidad para una nueva sociedad.

¡Seamos el ejemplo de un proceso constituyente al interior de todas las casas de estudio, refundemos educación!

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La derogación del DFL2 abre una rendija

Existe hoy una opción de poder – hablemos sin engañarnos, esta opción reside hoy en las esferas representativas- y en ella radica la posibilidad de volcarnos a una educación más justa, democrática, pluralista e intercultural, con tal de devolverles a los pueblos en Chile la educación y vida digna que merecemos. Aquellos que hoy somos dirigentes, tenemos el deber político, social y cultural de mantener esta lucha abierta, de no institucionalizar ni domesticarla, no cedamos y propongamos un nuevo proyecto educativo, construido entre todxs, no hablemos más por las bases, construyamos una nueva forma de hacer política: hoy en la universidad, hoy en la sociedad entera.

Si queremos transformar lo que entendemos por educación, conocimiento, universidad y sociedad, debatamos el rol social que debe caracterizar a nuestras universidades, más allá de los intereses económicos que hoy financian, rigen y gobiernan nuestra educación, construyendo conocimiento por y para todxs, esa es la educación por la que luchamos, ese es la sociedad que deseamos, esa es la razón de nuestras demandas históricas.

Una universidad distinta es posible

Nuestra lucha por la refundación de la universidad es amplia y extensa, pues con la convicción de construir una educación pluralista en la que comunidad universitaria en su conjunto oriente el conocimiento de manera vinculante a las realidades y problemáticas del mundo social, allí radica el rol público de la educación y de una universidad distinta, gobernada por una comunidad universitaria intercultural, pluralista y democrática, tenemos entonces el deber de erradicar los vicios del mercado en todas sus expresiones, ya sean la precarización laboral, la carrera docente, y con ello la formación neoliberal de nuestras carreras de pregrado y pos grado.

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Planteemos así una universidad que le dispute al capitalismo

La concepción actual de educación, a través de la reorientación del conocimiento hacia las necesidades de los pueblos y sus trabajadores/as, reflejándolo en la construcción y aplicación de las distintas mallas curriculares, planes de vinculación y evaluación docente, apuntemos a una UACh construida por todas y todos. Una UACh que se posicione frente a los conflictos sociales, económicos y políticos del entorno que componemos como estudiantes, a una universidad que se haga partícipe de la construcción de nuestra realidad y las familias que habitan este territorio.

Sin embargo, para que esta realidad podamos materializarla, somos y los y las estudiantes responsables de organizarnos y luchar por ello, haciéndonos parte de la lucha por la reforma universitaria, democratizando espacios para que los demás actores sociales se sumen a la construcción de una universidad distinta, democrática y pluricultural, generando lazos con las juntas de vecinos, sindicatos, centros de estudiantes de liceos, etc.

Necesitamos  de una reforma estatutaria realizada por todos los estamentos que constituyen la UACh, exijamos que este proceso sea pluriestamental, democrático, vinculante,  que no sea regido por los actuales estatutos que no permiten lo que perseguimos los tres estamentos de la comunidad universitaria, de esta forma buscamos garantizar la gobernanza de nuestra casa de estudios por sus integrantes, y que en esta se representen los intereses de los trabajadores y trabajadoras, pobladoras y pobladores, en lo académico, en lo administrativo y lo político. Creamos firmemente que con la reforma universitaria podremos devolver el camino a una sociedad más justa y digna a los pueblos en Chile.

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Democratización[2]

Entendamos la democratización de la UACh como el primer paso hacia la transformación de la educación.  El congreso refundacional es un paso más para la conquista de la educación social por la que luchamos, en sí mismo no es un fin, es una opción de poder constituyente, un paso más hacia el poder popular.

Bajo las actuales lógicas que gobiernan nuestra universidad y la educación superior en general, es que nace la necesidad de refundar esta universidad, sus fines educativos, sus proyectos de extensión, su financiamiento y también su gobernanza.

¿Qué es refundar, quiénes refundamos?

La refundación ya sea de la universidad, – o mejor aún, de la educación – no es más que el ejercicio (ideal) de democracia pluriestamental[3], por la creación de un proyecto educativo que resuelva las problemáticas locales a través de la articulación nacional que consense los fines de la educación que tantos años llevan en cuestionamiento social.

No tenemos todas las respuestas, pero hagamos las preguntas correctas.

– ¿Dónde está la CONFECh y su promesa de multisectorialidad, de democracia y su proyecto político frente a la reforma educacional?

– ¿Hacia dónde apunta la dirigencia de izquierda?

– ¿Ruptura o apertura existe otra tesis política?

Debatamos entre todxs, y acordemos los principios que con honestidad y convicción llevaremos en nuestro actuar político.



[1] Se recomienda leer informe del lucro

[2] Experiencia en Antropología UACh, junio 2015

[3] Pluriestamental: Hace referencia a la participación con derechos plenos de los 3 estamentos tradicionales (contemplando a tituladxs, ex funcionarixs y ex docentes) + la incorporación de actores regionales sociales, políticos, culturales.

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