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El aprendizaje es un estado en el que la persona se predispone a adquirir un nuevo conocimiento, es una manera de vivir y relacionarse con el mundo desde la sorpresa constante y la admiración infinita del mundo y por quienes hemos decido son nuestros maestros o compañeros de descubrimientos.

Aprender no es algo ajeno, no es un objeto, elemento o accesorio, es una manera de formación, personal y subjetiva, que depende tanto del estado del aprendiz como de la capacidad de observación del maestro. Lo que pasa con el aprendiz durante el proceso de enseñanza depende de la emocionalidad que esté experimentando en ese momento, al entorno, a las sensaciones y percepciones que estén creando una realidad. El maestro por su parte, debe comprender que está reconfigurando el mundo de otra persona, que está dejando una semilla para que la apertura y la inquietud de su aprendiz hagan germinar, la práctica y teoría, para encarnar la nueva configuración.

Somos sistemas complejos en cambio continuo, nuestra corporalidad, emociones y pensamientos pueden ser tan dispersos y móviles como un pez en el agua, sin avisar y sin estímulo aparente, cambiamos de dirección. Esto no significa que seamos tan volubles e incapaces de establecer un razonamiento, sino que se refiere a la motivación y el entusiasmo que se dedica al proceso de adquirir un nuevo conocimiento, como también a la influencia del entorno sobre todos nuestros procesos naturales. Los estímulos a nuestro alrededor son tan potentes y diversos que sólo la actitud y disposición del aprendiz puede mantener canalizada la voluntad y el foco en obtener los conocimientos. Una inquietud constante que motiva y moviliza. Es una relación que se establece maestro-aprendiz que permite el encauzamiento y deslumbramiento por aprender y aprender.

El aprender es un fenómeno de transformación cognitiva y emocional que proviene de la convivencia con otros y con el entorno. En otros términos, el aprendiz está viviendo una experiencia, en conjunto con el maestro, experimentan y establecen una relación de reconfiguración que permite un espacio de aprendizaje, que dependiendo de las emociones de ambos, genere la atmosfera óptima para intercambio de conocimientos y observaciones.

 

La generosidad del maestro es tan infinita como sus conocimientos, “Para los que quieren aprender hasta un mudo árbol en una pradera es un buen maestro. La guía es interna.” (Mauricio Tolosa, mi mentor)  

 

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3 Comentarios sobre “Espíritu del aprendiz

  1. Transformación en las emociones que se generan en mi, en las que se generan en la convivencia con el otro, en el encuentro, en el desacuerdo para conocernos, en el caos para luego ser reconocidos en un nuevo orden.

  2. Es una columna que nos recuerda que el aprendizaje no es pura razón sino también el encuentro de emociones entre el aprendiz y el experto. Sólo agregaría que el aprendiz debe estar abierto a recibir y el experto a dar…Asimismo, el experto no debe nunca aprovecharse de su posición de líder para abrumar y distorsionar la mente del aprendiz, como tampoco éste, abrumar la paciencia del mentor con una actitud tibia ante el aprendizaje.
    Buena columna! Mariluz.

  3. Qué bella forma de visualizar el aprendizaje, es lo que le falta a la visión educativa de este país. El aprendiz siendo parte de su proceso con claridad y ávido de recibir conocimiento, y el tutor confiando en la individualidad y capacidad de quien aprende, entregándole herramientas para resolver y no repetir la visión de mundo que está en su cabeza.
    ¡Muy buen texto!

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