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Despiertan lo ángeles

con la esperanza puesta en los hombres.

Jamás dejan de confiar en la bondad

con la que fueron forjados.

Esta mañana creen vivir una pesadilla,

infinita.

Tantos bellos seres odiándose,

intentando destruirse

en una ola siniestra y esquizofrénica,

para encontrarse con el abismo sin retorno.

Estas bellas almas, ahora perplejas,

no logran comprender

que alguien elija la muerte, matar…

Es tan honda su tristeza

que deciden arriesgar su gloriosa paz

y bajar en ayuda de estos niños

que se creen dioses.

 

Son asesinados antes de llegar.

 

 

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