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Tómeme no más por un ingenuo

Considéreme del otro lado de la calle

Supóngame un caso de oscuros reveses

Enróstreme lo que además me corresponde

Hágame la reverenda desconocida

Subordíneme a su ganancia como valor cero

Exíjame que a ultranza asuma mi derrota

Restrínjame al ghetto de su política pública

Arróguese poder sobre mi voluntad

Impóngame su ley y su moneda

Declárese un servidor de mis afanes

Niégueme de mi sal y de mi agua

Infúndame el temor de su mandato

Dispénseme la música y el bullicio

Déjeme que como un perro callejero ladre

Enróstreme que por eso usted avanza

Exprímame hasta la última gota

Sáqueme los ojos para crianza de sus cuervos

Endóseme sus inmunes pecados veniales

Aplíqueme la pena capital por disidencia

Despójeme de lo que usted y yo merecemos

Envícieme con las ofertas de su piratería

Empújeme al abismo mientras limpio sus cimas

Contamíneme el agua     la tierra     el aire

Aprópiese incluso de lo inexorable

Confúndame con la fantasía de sus milagros

Embáuqueme en sus renovadas estrategias

Caliénteme la sangre hasta el resentimiento

Y métase hasta en el último rincón de mi casa

Pero aténgase después a las consecuencias.

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