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En mi experiencia como educador en sectores con alta vulnerabilidad social, he podido dar cuenta que la discusión educacional en Chile, es de un atraso gigantesco. Al mismo tiempo que hemos concentrado los esfuerzos en pruebas estandarizadas y de medición nacional, seguimos sosteniendo currículums y programas académicos que tienden a uniformar formas de pensamiento, maneras de crear, y peor aún, mecanismos de anulación de lo anterior: el pensamiento autónomo, la creatividad, el emprendimiento, y la clave de la evolución humana, que es la transformación del medio en que vive el sujeto.

Una educación diseñada para un sistema industrial que sin duda, en su momento, fue exitosa, porque permitió las transformaciones que hoy estamos insertados. Sin embargo el mundo – hiperconectado, diverso y dinámico – requiere de un nuevo diseño. Este diseño tiene como pilar fundamental la “educación personalizada”.

La educación personalizada está cimentada en los siguientes puntos:

Primero, flexibilidad del currículum educativo. Esto permite a los Profesores realizar las adecuaciones metodológicas según las necesidades cognitivas de cada estudiante.

Segundo, el estudiante activo. El niño participa, opina, crea y critica. Se evalúa así mismo y a los demás. Es parte de un proceso individual de su crecimiento académico, pero al mismo tiempo se conecta a través de lógicas comunitarias que permiten crear el sentido de equipo.

Tercero, herramientas personalizadas. Las herramientas pedagógicas deben atender a procesos individuales de cada niño, que respete las velocidades de ellos y las maneras autónomas del pensar. Estas deben estimular el pensamiento crítico (cómo el niño/a llegó a solucionar tal o cual problema) y la creatividad (qué soluciones nos entrega el estudiante para ese problema).

Cuarto, educación modular y transdisciplinaria. Abandonar la práctica de asignaturas y ramos, para pasar a módulos de aprendizaje que conecten distintas disciplinas. En mis asesorías doy un ejemplo de fácil aplicación: crear un supermercado donde cada estudiante tenga un rol de la realidad, de esa manera entenderán desde matemática aplicada hasta educación cívica.

Quinto, Profesores tutores y Profesores mentores. Los Tutores serán aquellos que guíen el proceso de aprendizaje, están inmersos en todos los niveles emocionales e intelectuales de los niños, mientras que los Mentores son docentes que trabajan el desarrollo personal del estudiante a través de un proceso de maestro-aprendiz, que tiene como finalidad conectar los conocimientos disciplinarios en experiencias y práctica.

Con propiedad puedo afirmar que la educación personalizada muestra al corto tiempo resultados sorprendentes. En mis asesorías – que siempre gusto insertarme en el aula para corroborar realidades – he podido aplicar estos planteamientos que acá escribo. Los estudiantes, antes desmotivados, desconectados con el proceso de aprendizaje y con resultados académicos pobres, se vuelven en estudiantes que “esperan la clase”, entusiasmados para aprender y trabajan de manera individual de manera empoderada. Rápidamente los estudiantes más avanzados ayudan y trabajan en equipo con los más desaventajados, generando nodos de enseñanza nuevos, que sin intervención de los tutores, crean experiencias ricas para los mismos estudiantes.

Los resultados redundan en mejores resultados académicos, procesos de aprendizaje integrales con profundo significado al niño, además de externalidades positivas óptimas: se reducen los tiempos tóxicos en el aula, mejora la disciplina, y  mejora ostensiblemente los espacios armónicos entre estudiantes y relación estudiante-Profesor.

La educación personalizada implica una Revolución, sin duda, pero por eso mismo, resulta interesante el desafío de comenzar a crear diseños institucionales para que puedan aplicarse, ya que es y será el nuevo paso para una educación de calidad para los desafíos de este siglo.

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Alguien comentó sobre “Personalizar la educación: una revolución.

  1. La politica educacional actual ha fracasado en diseñar planes masivos, ¿qué nos hace pensar que va a funcionar diseñando planes personalizados?
    ¿Quién diseña esos planes personalizados? ¿Los mismos que fallaron en diseñar los generalizados?
    La solución pareciera ser más enseñar al individuo a construir su propia educación, proponiéndo temas y guiándo.
    Aún así, alguien tiene que evaluarlos para diseñar planes guía, por lo que volvemos al dilema original…¿Quién lo hace?¿Los profesores actuales? por lo menos yo, en mi humilde opinión, no lo creo

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