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Parto por compartirles mi motivación maximalista: que en Chile no vuelva a haber Golpe de Estado, o revolución o enfrentamiento armado interno.

En una mirada histórica, los hemos tenido entre carreristas y o’higginistas en el marco de la lucha por la independencia; en la guerra civil durante el gobierno de Balmaceda; y para el golpe militar con su posterior dictadura (por cierto que en este último no hubo dos sectores enfrentados en batalla). Las matemáticas permiten ver un ciclo de prácticamente cada 80 años. Tendríamos por tanto el próximo episodio hacia el 2050, si no lo neutralizamos o desactivamos antes.

Respecto de del Golpe y la posterior dictadura, vivencias que algunos compartimos, no necesito fundamentar ni un segundo su horror, el tremendo dolor infligido a las personas, por lo que sólo imaginar que lo tenga que vivir un hijo o hija, una nieta o un nieto, y más allá cualquier ser humano, me trastorna.

¿Es un hecho que esto vaya a ocurrir hacia el 2050? Por cierto que no necesariamente. Pero una recurrencia de tres veces con tanta precisión en la brecha entre ellas da una probabilidad razonable, y  la acción conducente a intentar neutralizarla es relevante ya sólo desde ese factor de probabilidad. Si no ocurre, nunca sabremos si hubo un aporte a su desactivación o si no iba a ocurrir igual, pero eso ya no importaría frente al bien acaecido.

¿Cómo desactivar este potencial episodio de destructividad interna? Por cierto que a través de una acción plural y sistémica. Propondré por ahora sólo un aspecto o dimensión de esa acción plural.

Tengo la convicción de que la asignación de superioridad moral y de la nobleza de la propia causa que se autootorgan distintos agentes sociales, es un factor central en la dirección de la destrucción recíproca.

Tenemos por ejemplo la convicción de superioridad moral de la iglesia en sus tiempos de Santa Inquisición, que  se expresó también en su trato a los pueblos originarios de América –soldados mediante.

Lo es también la acción de la derecha de Chile de propiciar o aceptar el Golpe de Estado. ¿Acaso el discurso no fue que actuaron para ‘defender una forma de vida’ –que significa ‘la de ellos’?, ¿No es esa una autoatribución de superioridad moral?

Finalmente, pienso que hay una autoatribución de superioridad moral en la actuación y hechos de los socialismos reales.

En definitiva, planteo que el sentimiento de superioridad moral es una ‘ilusión transversal’, que resulta del más alto interés trabajar para disolver, dado que desde ella se actúa con ’envidiable tranquilidad de conciencia’ en la acción destructiva del otro sector.

Ahora bien, esa disolución de la convicción de superioridad moral no se logra con discursos ni prédicas.

Tal vez puedan contribuir en algo razonamientos bien construidos que toquen la razón y el sentimiento de quienes tengan la convicción de superioridad moral.

Y lo que en mi convicción  existe metodología para la disolución de las convicciones antojadizas y distorsionadas que poseemos todas las personas es la  psicología y otras disciplinas afines, pero ellas tiene dos limitaciones: requieren del deseo de la persona de examinar en conciencia sus convicciones, y se aplica a nivel individual o en pequeños grupos, lo que limita su escala de impacto.

Frente a esto me  parece de valor llevar la psicología y disciplinas afines a una escala social e incluso de política pública.

Para las mentes inquisitivas que estén viendo en esta propuesta arrogancia de  una superioridad moral de la psicología, planteo que quien actuara  desde la psicología con dicha arrogancia hace una mala psicología.

Por otro lado, la convicción de superioridad moral causa daño –como en los casos sociales expuestos antes- cuando se acude a la fuerza para imponerla. Si no se actúa sobre otro desde la imposición por la fuerza no se hace daño al otro.

En este sentido, la psicología no puede imponer nada, solo mostrar; y quien recibe la propuesta psicológica decide si acoge o no lo que le es mostrado y actúa en consecuencia. Si la psicología impone, con los recursos de fuerza de que ella dispone, también es mala psicología.

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4 Comentarios sobre “Chile 2050: ¿un nuevo Golpe o Revolución?

  1. Creo en la ética de la Estética, propuesta por Agustín de Hipona, año 346 aprox.después de Jesucristo, entiendo la postura de la artista visual y del Sr. Yentzen, además del. Sr. Hales, sin denegar su tesis, quisiera poner otro estamento y no es la religión como aquí se plantea, como parte del movimiento inquisidor replicado en toda Europa, sino como movimiento embanderado y no expuesto de los Reyes, políticos, recordemos los feudos y la participación para realizar dichos actos, cual actos inescruposos para dominar el mundo de entonces. Sí, no fue ni más ni menos el amor al poder que a ultranza quisieron apoderarse de ” los tesoros y pueblos” primitivos del mundo entero, los coludidos de antaño.
    Debo recordar que la ambición ha sido y seguirá siendo el virus de indomado injertado en nosotros, los seres humanos luego de la caída de este, el tomar lo que no era suyo, el probar el veneno de lo impropio, que le dio paso a la caída. No importa en esta discusión el hecho de estar de acuerdo o no, con el de que no venimos de una estrella, sino de un caos total, extrañamente relacionado con la creacion del mundo y también del arte. En la creación de todo lo creado, está presente dicho caos y también en la creación artística, como bien lo planteó dicho seminarista excomulgado ( de la I. Católica) por ser honesto, por leer las santa escrituras y por creer en ese cambio profundo, total y real, que viene a cuestionar los sistemas humanos por estar expuestos a permanente corrupción. Esto último, es claro viene de la realidad humana, el virus, la enfermedad de la rebeldía, está claro. Hoy somos cuestionados por ese mismo Espiritu. Quizás, será bueno leer más y no lanzar al vacío a millones de millones de personas y entre ellos, artistas libres, geniales, inocentes de la |verdadera historia de hombre y de sus fracasos, por descanzar en otros que los desalientan a oir y comprender con esfuerzo y atención, para finalmente, llegar a esa libertad tan anhelada.verdaderamente ser los seres espirituales que somos y que además, siempre hemos percibido que somos.

  2. La mirada de Yentzen contribuye de verdad hacia el mejoramiento que requiere la política.La negativa tradicional, con que erradamente hemos blindado la política y las ideologías, ha sido despreciando la incidencia social de la sana búsqueda interior , el daño colectivo de los males del alma , el peso del carácter personal en el cuerpo social , la psicología y en particular el psicoanálisis como herramienta emancipadora. La resistencia de los poderes políticos no solo ha sido expresión de soberbia ideológica y encastillamiento reflexivo sino que ha protegido un confinamiento que tiene a la política en estado de ceguera respecto al curso evolutivo de la humanidad. El texto y el libro que leí de Eduardo Yentzen estimula el nuevo camino. Patricio Hales

    1. Lo que quiere decir y adornar con palabras no es ceguera. Es ambicion de poder, codicia e indiferencia, todo centrado en el individuo. Sin una pisca de amor

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