No quiero Morir
A la orilla del Tigris sufre Seleucia
Las tropas saquean, violan y festejan
Imponen el orden y la paz del Imperio
La sangre de los partos moja la arena.
La ira de Apolo castiga
La profanación del templo
Junto con el botín y el oro
Las legiones empacan la peste.
Fiebre, vómito, tos, diarrea, pústulas
Matan más que lanzas y flechas.
*
Ya no caminaré por tierras extrañas.
Por unas monedas
Y la gloria de los generales
A la orilla de esta calzada
Me abandonan la vida y los recuerdos.
En el cielo graznan los cuervos.
*
La muerte llega a Roma
Y sigue hasta Hispania y Britannia
Nauseabunda pestilencia
Invade las ciudades.
El famoso Galeno
Dice que en sueños
Los dioses le ordenan
Abandonar Roma.
Los que pueden huyen al campo.
*
El agua está fría
La fiebre no baja
Me quemo por dentro
En el agua flotan
Mis oscuros excrementos.
Qué indigno camino a la muerte
Después de una vida de gloria.
*
En el Campo de Marte
Enredado en lo alto de una higuera
Un augur anuncia el fin del mundo.
Una serpiente susurra al oído de otro adivino
“Apolo, el peludo, aleja la aparición de la plaga”
Los romanos escriben el conjuro en las fachadas.
A Galeno lo guía la razón
Crea su propio remedio
Un tónico de amapola, serpiente, silfio, heléboro
Y otros treinta y tres ingredientes medicinales.
En los hogares más antiguos usan amuletos
Cuelgan campanillas de un falo con alas.
Pero Apolo no lee, no razona, no escucha
Aunque ya olvidó el motivo
Sin misericordia prolonga la venganza.
Desde las catacumbas
Los cristianos aprovechan
De ofrecer el Paraíso.
*
De qué sirve ser recordado
En bella estatua rizada
Con gesto valiente y corona de laureles
Si no escucho su risa
Ni el canto del grillo.
Cambio un siglo de mármol
Por una hora de vida.
*
Humo
De incienso y mirra
De piras de cadáveres
De laurel y romero
De velas y lámparas
Fugaces luces señalan los muertos
Procesiones, quejidos y llanto
Retumban en los adoquines
La muerte golpea las puertas
El miedo invoca al silencio.
El ilustre se transforma en estatua
El pobre arde en la fosa común.
*
No quiero morir
No quiero dejar de ver
Los campos de trigo maduro brillando al sol
No quiero dejar de escuchar
El canto del viento entre las hojas del álamo
No quiero dejar de morder
La carne amarga de las aceitunas
No quiero dejar de sentir
La caricia de tus labios en mi piel
No quiero dejar de esperar
Que cruces la puerta volviendo del mercado
No quiero dejar de oler
La fragancia del jazmín antes de dormir
No quiero dejar de celebrar
Junto a los viejos compañeros
No quiero morir
*
El emperador Marco Aurelio
Inmortal en sus aforismos
Llama a vivir cada instante.
Nadie sabe si será el último
El despertar de esta mañana
O el sueño de esta noche.
Muy bueno. El círculo poético de la historia