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Estoy por los suelos, el terremoto de Katmandú se llevó la plaza más linda del MUNDO. Templos maravillosos, rodeados, abrazados por raíces de árboles que escondían y protegían esculturas de piedras maravillosas, rituales antiquísimos con flores del día, alimentados por seres que vivían en mundos visibles e invisibles al mismo tiempo… Dos mil quinientos  muertos, quizás la cifra subirá a 5.000 o a 20.000. No me importa que los humanos muramos como hormigas porque a fin de cuentas siempre vamos a morir, pero esos templos y esa plaza milenaria no eran hormigas, eran el mejor recuerdo de los hombres a sus dioses, lo mejor de la arquitectura devocional ensimismada. También está o ¿estaba? la Plaza de Patan, a 5 Km. de distancia,  ¿se salvó?, esa era la segunda plaza más linda del MUNDO…

La vida en el planeta Tierra es odiosa porque no permite lo eterno. Ciertas cosas del ser humano deberían ser eternas. Alguien, un demiurgo, corrompió nuestro corazón, nos separó de la naturaleza, nos castigó a hacer cosas eternas en un mundo finito. Si nuestro corazón no se hubiese separado de la naturaleza, haríamos cosas que no se destruyen nunca, solo se transformarían siguiendo  las leyes eternas de la naturaleza. Pero alguien nos desvió, aislándonos a la soledad de los salvajes, los parias, los eternos derrotados. Sólo la muerte nos aliviará de la desgracia de los corazones humanos separados del GRAN TODO. Hay que morir, hay que morir, hay que morir…

Los hijos son los hijos, la magia de la sangre de la sangre. Si algo les pasa a ellos uno se muere de dolor, cuando se salvan los hijos se salva todo por un instante más… Pero esa plaza era mi hija también, era mi bella hija y yo era también su hijo. Una vez nos encontramos y yo le pregunté si ella era mi hija y ella me dijo que sí, que  ella era mi hija y mi madre/padre, que ella era igual que el sol, pero convertida en una plaza para que así todos los hombres pudieran adorar al sol sin quemarse.

Mis plegarias NO han sido atendidas porque morir es escaparse y volver a fundirse en la naturaleza, y yo quería todo lo contrario, quería tallar una piedra y ponerla en vez del sol, una piedra intergaláctica con una frase mágica indescifrable, una piedra imán que cambiara el rumbo de los astros hacia un paraíso adentro de nosotros, un paraíso con nuestros hijos bellos, un paraíso inventado por ellos mismos cuando eran niños, un paraíso muy parecido al que teníamos nosotros cuando alguna vez de niños lo soñamos. Un paraíso pre cristiano, salido del sol y de los astros pero bajado a la Tierra por los primeros niños del mundo cuando escucharon a sus padres decir que ese sol y esa luna eran sus verdaderos padre y madre. Entonces ellos miraron al cielo e inventaron otro cielo.

A ese lugar hay que llegar, al cielo inventado. Alguien tiene que grabar esa piedra que nos lleve ahí. Y tiene que ser piedra, porque las estrellas son piedras y ellas pasaron por el sol y se derritieron y volvieron a ser piedras pero con un valor agregado. Lo mismo les pasó a esos  primeros niños, que luego de mirar el cielo volvieron con un paraíso en vez de cielo. Ese es el paraíso perdido.  La plaza Durbar  de Katmandú era mi hija y el sueño de mi hija. Era un piedra tallada en el incienso, sacada de la madera de un sólo árbol. Una entrada secreta a un paraíso que los niños del mundo inventaron la primera vez que miraron el cielo… Estamos perdiendo las huellas hacia lo sagrado, hacia el paraíso que sólo está en el corazón de los niños del mundo. Los muertos del terremoto de Katmandú se llevaron la plaza con ellos.

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10 Comentarios sobre “La plaza Durbar de Katmandú

  1. esa plaza tiene ese tipo de magia que nada destruye, porque se queda contigo, en el momento que llegas, miras, te sientas en las escalinatas de los momumentos, mirasmil veces y tratas de descifrar, en fin tantas imagenes. Para los q estuvieron estan sus recuerdos impregnados en samskaras y para los que no, está tu preciosa pintura.

  2. Gonzalo. Me transportaste e hiciste adorar un lugar que, como muchos otros, no he visitado. También experimente esa sensación de relacionarse intensamente con monumentos hechos por el hombre para honrar lo que la naturaleza, la vida y las adoraciones nos dan. Uno se pregunta ¿por que esa naturaleza las destruye?. ¿que la tiene tan enojada que ni siquiera deja estas manifestaciones de amor y fe en pie?

  3. El país, el hogar, LA PLAZA, han sucumbido como una manifestación cósmica entre épocas, kalpas, manvantaras y yugas de manera sublime buscando el asombro con la pérdida y el recuerdo. Gracias por compartir y permitir tan delicada y justa reflexión para viajar hacia la Plaza de la Nostalgia de aquel país que se redime al igual que nosotros con misteriosas fuerzas que nos llevan y nos traen a velocidad luz entre hemisferios y latitudes del pensamiento para reivindicar con belleza y lealtad aquellas zonas del planeta que estremecen con instantes de eternidad, desde la mirada infinita de la plaza ancestral a la cumbre de 8.488. El Everest.

    Saludos,
    Juan Carlos Muñoz

  4. Ojala,nuestro hijo,nuestro padre,nuestro sol en valparaiso, no nos abandone, y lo que seria peor nos lo roben,……nuestra vista,nuestro teatro,nuestros anhelos, y nuestros suenos tienen el comienzo y el fin ahi,. en el contemplar nuestra ciudad, nuestro valparaiso,nuestra verdad…

  5. Querido Gonzalo

    Estamos aferrados a las formas,imágenes,templos,etc,etc pero lo que es de verdad debe habitar en el alma, esa plaza se quedará en tu alma por siempre.

  6. Gonzalo, tenemos que llorar junto las perdidas de los significantes sagrados.
    Pero mientras pasan las generaciones y los tiempos , nosotros , humanidad separa del todo seguiremos marcha buscanco la unicidad perdida:
    Pero cada vez mas solos.
    Dios no está, Se fue. Nadie sabe donde está.
    Pero nuestra infinita compasíon y nuestra escencia divina, seguirá siendo capaz de hacer plazas lindas llenas de significantes divinos.
    Las huellas hacia la sagrada unicidad es in material y está dentro de todos (as). Alla el que no quiera conectarse

  7. Lo sientoi mucho Gonzalo .Es como la deestruccion de los templos iraquies en manos del EI.Somos hijos de la tierra y no la estamos cuidando.Es tan doloroso como la explosion del buda en Agfanistan. Acaso la madre tierra ya no nos quiere ?Talvez esta tratando de sacudirse de una nueva plaga !Porque en eso nos hemos convertido !En una plaga.

  8. Bellísimo Gonzalo ….. Las palabras y el cuadro …… La plaza más bella del mundo …..
    Estuve allí contemplando el tiempo …..ahora todo parece ser el recuerdo de un recuerdo y así hasta el fin de los tiempos ….

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