Compartir

Dedicado a Paz, Martin, Alén y su hermana Kunti.

La palabra Doula se deriva del griego antiguo que significa ‘mujer ayudando a mujer’ y se utiliza para referirse a una persona experimentada en el parto, posparto, lactancia y crianza.

Pía Villarroel es matrona, vino desde Curicó a Coyhaique, a atender dos partos en casa. Pasó quince días lejos de su hogar y familia en navidad y año nuevo, es primera vez está separada de ellos. Ha estado el último día del año pasado  y el primero de este,  junto a Martin y Paz,  en la casita del lado, haciendo trabajo de parto para la llegada de Alén,  que fue al fin a las 14, 20 del 1 de enero.

Esa noche con una copita de vino y a la mañana siguiente con un buen mate amargo, nos hacemos el tiempo de conversar de esta experiencia que nos ha marcado a todos.

Estudió en la Usach y fue la primera mujer en ser ayudante de anatomía sin ser estudiante de medicina. Eso era lo “más rupturista” ahí entendí el parto de otra manera, significa que no lo entendí desde la obstetricia,  sino desde la fisiología, la mecánica (física) y la anatomía. Eso significó una nueva comprensión para mí, porque hay una diferencia tremenda entre ambos puntos de comprensión del “fenómeno de nacer”. Desde la obstetricia se entiende como un acto médico, como una urgencia de riesgo, que en cualquier momento se arruina, con parámetros clínicos a controlar. Siempre hay la sensación de que algo puede salir mal sin comprender profundamente los por qué de cada momento del parto y que va más allá de los controles y parámetros médicos.

La primera vez que yo entendí el nacimiento fue algo así como la suma de vectores. Todo tiene que ver con la relación de la fuerza y la gravedad. En una mujer de parto que NO está tumbada sobre su espalda en posición de litotomía (posición ginecológica tradicional) El pujo, la gravedad y la contracción suman hacia la vagina, en cambio en una mujer tumbada sobre su espalda  estas fuerzas suman hacia el ano y la posición ginecológica suele estrechar los diámetros inferiores de la pelvis por lo que acostar o privar del movimiento libre a una mujer para parir, es privarla de sus principales recursos que tiene para “nacer” a su hija o hijo.

 -Estamos hechas para tener nuestros hijos en libertad de movimientos y no en una camilla de enfermo-. En el movimiento la mujer y del hijo van trabajando juntos. El dolor obliga a la mujer a moverse, a resguardarse, a cambiar de estado mental y emocional, a secretar endorfinas y otras hormonas claves, también nos avisa de que algo no va bien cuando es más allá de lo habitual. Dolor y sufrimiento son cosas distintas y no necesariamente van unidas, cuando una mujer está trabajando para el nacimiento de su hijo, con sus propias hormonas, con su movimiento, en su ambiente y no es mayormente interrumpido, el dolor para ella es un aliado. Donde duele se mueve, cuando se mueve acomoda a su hija o hijo por nacer. 

Me explica convencida de lo que hace. Mas de treinta partos en casa y solo dos han tenido que ir al hospital.

“En el tercer año de mi formación comencé a atender partos tradicionales que no me cuadraron nunca. Mi contradicción era tan profunda que decidí dejar de atender partos y me dediqué a la atención primaria, pero era como un escape más que una opción.  Después del parto de mi segunda hija la parí en intimidad, en respeto y amor (lo hice en un hospital puesto que no reunía los criterios para parir en mi casa) me reconcilié y comencé mi camino de vuelta. Hice un diplomado de gestación, parto y nacimiento consciente en la Usach y volví a mi universidad de la Usach y ahí comencé a asistir nacimientos en casa y comencé a ir a la clínica en equipo.

Hoy pía participa de Materna chile https://maternaschile.cl/ que es una asociación gremial de matronas que asisten nacimientos en casa.

“El colegio de matronas de Chile, no reconoce ni las malas prácticas ni la violencia obstétrica” (apropiación indebida del cuerpo de la mujer, episiotomía sin autorización, trato vejatorio durante el parto, experiencias amargas de partos, alta tasa de cesáreas en el país), tampoco los reconoce y están abiertamente en contra del parto en casa atendidos por profesionales. “Se nos ha dicho que es un negocio, que es un riesgo, pero todo en base al desconocimiento profundo de lo que hacemos.

Cuando los niños nacían en casa morían muchos más niños y mucho más mujeres, me explica una pediatra amiga.

Yo me quedo pensando. ¿como usamos la tecnología actual en nuestro beneficio?.

¿Por qué un hospital si todas las condiciones están dadas para no hacerlo ahí?

En contadas ocasiones cuando hay un deterioro de la condición materno fetal o por solicitud de la madre, decido el  traslado al hospital.  He tenido dos traslados en estos tres años, de treinta partos en casa. Mi experiencia aquí en Coyhaique ha sido bien extrema. Viajé tres semanas y atendí dos partos, ha sido intenso, coordinar la logística, el traslado de insumos, traer medicamentos de cadena fría, que tienes que tener para el parto en casa”. 

Me asombra por su profesionalismo, nada de “voladura” al momento de atender la llegada de la vida. Pía es una profesional seria, profunda y se nota y agradece.

Compartir con esta matrona ha sido un regalo.

La energía inexplicable que vivimos en los días del nacimiento de Alén, no una mujer hospitalizada para hacer nacer su hijo, sino una mujer sana, una pareja sana haciendo todo para que este ser que llega, lo haga en las mejores condiciones posibles.

Recibimos en este nacimiento, la paz y el cariño de un círculo que se cierra al momento de la ceremonia de enterrar la placenta debajo de un árbol frutal.

Siento que volvemos a la tierra de donde somos, pienso en la querida Blanquita, mi madre que dejó este mundo en septiembre, la energía de la vida, la energía de la muerte, estamos aquí y nos vamos de aquí con la misma ligereza.

¡Solo agradecer!

Compartir

2 Comentarios sobre “Parto en casa ¿por qué sí?

  1. Me encantó saber que hay matronas dispuestas a volver a lo natural. Cada cierto tiempo vuelve esa tendencia. Creo que debe convertir el parto en lago natural y amigable.

  2. Que preciosa e interesante experiencia Magda, te felicito por el reporte. Me emociona que hayan vivido en familia está experiencia, las imagenes que adjuntas y la propuesta abierta digna de atreverse a imitar. Linda mujer la que acompañó esta trascendental vivencia, su entrega fuera de los condicionamientos. Bella familia, de no ser así, está vuelta a la tierra no tendría asidero. Bendiciones para todos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *