Compartir

Llegando a Panamá, asistí al foro “Los desafíos del Periodismo en América Latina”, en el contexto de la entrega del  XV Premio Nacional de Periodismo. Es una tradición que los miembros del jurado compartan, en un debate público, sus reflexiones, experiencias y visiones sobre el estado actual del periodismo.

En esta ocasión el jurado incluía figuras del mundo de la comunicación que en algún momento han ejercido el poder político, como Carlos Mesa, ex presidente boliviano, y  Sergio Ramírez M, ex Vicepresidente de Nicaragua; otros del mundo periodístico o de la opinión como Fidel Cano, director del diario El Espectador de Colombia, Verónica Franco, editora de Radio Cooperativa de Chile, y Leopoldo Castillo, conductor del programa “Aló Ciudadano”, de Venezuela; y la académica Ileana Oroza, de la Universidad de Miami.

A pesar de la diversidad de situaciones de los países de América Latina, los panelistas coincidieron en algunas amenazas sobre el ejercicio del periodismo, como la violencia física directa cuyo ejemplo más extremo es México, las crecientes restricciones legales y la presión de los poderes políticos y económicos. También hubo acuerdos sobre los desafíos que plantea la emergencia de las redes sociales, para la redefinición del papel del periodista, la sobrevivencia económica de los medios y la necesidad de un cambio mental para adaptarse al mundo que dibujan las nuevas tecnologías.

Como a menudo sucede al observar una situación comunicacional, lo que más me llamó la atención no fue lo que se dijo, sino quiénes asistían y participaban como público del debate. Había muy pocos periodistas, contados con los dedos de la mano, en todo caso más que funcionarios de gobierno, ningún legislador, ningún político.

Los medios de comunicación, y especialmente los periodistas, como señalo en mi posteo “¿Quién tiene derecho a construir nuestra “realidad” social?”, crean la “realidad” que determina las decisiones que afectarán a los ciudadanos y a la sociedad de hoy y del futuro.

Los medios y periodistas defienden decididamente la libertad de expresión, pero al momento de entrar a la discusión sobre la influencia de sus actos, relativizan el impacto de sus palabras y emisiones. Quizás porque asumir el verdadero poder modelador u orientador de la comunicación, obliga a una discusión y regulación más efectiva, que sale del marco gremial y en la que debe partir participar toda la sociedad.

Las autoridades, los legisladores y partidos políticos tampoco plantean ni se interesan por la discusión de fondo. Posiblemente porque en muchos están coludidos con el sistema de poder de los medios de comunicación, y en otros, porque ven a los medios y periodistas como un problema y una amenaza a sus proyectos personales o de gobierno, y no como una institución clave para el fortalecimiento de la democracia y la convivencia social.

Las conversaciones y decisiones sobre el papel de los medios, el periodismo, la libertad de expresión, el derecho a la comunicación son demasiado importantes para quedarse en el ámbito de lo gremial o del ajuste de cuentas entre el poder político de turno y sus enemigos.

 

Compartir

Alguien comentó sobre “Los medios de comunicación más allá del gremio

  1. Interesante tu observación sobre el público asistente. Muchas veces pensamos que generando actividades o encuentros para debatir, para poner en común las ideas y las experiencias, de en este caso grandes invitados, tendrán la concurrencia esperada, será una iniciativa que contribuirá a una construcción colectiva, pero me pregunto ¿cómo se hace para generar concurrencia?, ¿cómo puedo incentivar a las personas a participar? ¿por qué no se están interesando por los temas actuales y que serán el futuro? ¿qué nos distancia de los otros? Ya siento que vienen cambios y espero que con ellos las respuestas 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *